Cartas al editor

Campo minado

La historia y el tiempo siempre nos pueden indicar con resultados, si estamos viviendo lo mismo del pasado, pero con otras circunstancias y sin duda alguna en temas políticos seguimos viviendo las mismas realidades solo que en otras épocas, y analizando desde los tiempos poscoloniales, nuestros sistemas no han cambiado, siguen siendo los mismos solo que evolucionados, seguimos viendo las mismas realidades de siglos atrás, tal y como lo plantea Galeano, en “Las Venas Abiertas” cuando dice: que los monocultivos son dañinos para la economía y los latifundios de un país; pues de esa manera las prácticas políticas que se han venido realizando en nuestro territorio son dañinas, se siguen creando leyes solo en beneficio de la minoría, así como cuando llegaron los conquistadores creaban las mismas en beneficio de la corona.

Estamos viviendo en una situación en donde al ciudadano de a pie, es decir a los de la mayoría lo están poniendo contra las cuerdas, ya que la economía está siendo muy afectada, en el campo de la salud tampoco se tiene un lugar en donde los hondureños sean atendidos de una manera eficiente, la educación tiene décadas de olvido, en la seguridad ya nadie cree, los políticos, igual siguen haciendo las mismas promesas, pero como los ciudadanos son predecibles, al primer regalo que les haga cualquiera del momento que esté en el poder hace que automáticamente se convierta en un gran gobierno o un gran político, en otras palabras el paso para el desarrollo cada día se vuelve más estrecho, porque seguimos desde aquellos tiempos viendo como el pobre se hace más pobre y el rico se sigue haciendo más rico, el país ya tiene síntomas de una convulsión, la cual lo que desea es expulsar o deshacerse de todos esos parásitos que tanto daño le han hecho a la sociedad y que como están cegados de poder, no se dan cuenta de que estamos llegando a un punto en donde ya una mayoría no tiene nada que perder, y mientras el pueblo sigue caminando en la zozobra, la clase política está minando su propio camino con cada decisión que toman en contra de aquellos que allí los tienen.