Cartas al editor

Decadencia política

La ciencia política define la decadencia política como el fenómeno mediante el cual las instituciones se ven incapacitadas para resolver y satisfacer las demandas sociales. Es innegable que en nuestro país atravesamos por un gran vacío de liderazgo político pues así lo reflejan las encuestas, las instituciones tradicionales -Partido Liberal, Partido Nacional y Libre- se han deteriorado, disminuyendo la calidad de sus presuntos candidatos (aspirantes) a niveles inaceptables para las expectativas de los ciudadanos, de cara a las elecciones del 2025. Esto se debe a que hechos gobierno, estas instituciones políticas dejaron de satisfacer las expectativas ciudadanas, y si agregamos que en el juicio de Nueva York se mencionaron a “líderes” de los tres partidos, sin duda que esto obliga a las autoridades del Consejo Nacional Electoral a abrirle el abanico electoral a los electores permitiendo la participación de nuevas opciones políticas en las generales del 2025, para no obligar a los votantes a tener que votar por los mismos que han llevado al país a una decadencia política, frustración y falta de credibilidad en un grupo de hombres y mujeres que se han burlado de la población de forma reiterada y pretenden seguir haciéndolo por más tiempo. La democracia es contraria a la decadencia política, por esto ha sido definida como un proceso continuo e infinito de adaptación a las cambiantes demandas y expectativas de la sociedad moderna. Los nuevos electores ya no son papos ni borregos de nadie y tienen la suficiente madurez como para castigar con su voto a aquellos que quieren perpetuarse en el poder al proponer en las papeletas electorales a la misma gente que lleva décadas en cargos de elección popular negando de esta manera los cambios y demandas sociales que Honduras requiere, al postular a las mismas personas condenan a sus instituciones políticas a la ruina y a la sociedad en general.