América Latina y el Caribe enfrenta cada vez con más fuerza el complejo problema de malnutrición que abarca tanto la desnutrición -retraso del crecimiento, emaciación infantil y carencias de vitaminas y minerales- como el sobrepeso y la obesidad.
La región experimentó un aumento en la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años entre 2000 y 2022, y en la prevalencia de obesidad en adultos entre 2000 y 2016, superando en ambos casos el promedio mundial.
Entre 2020 y 2022, en el contexto de la pandemia, la prevalencia de sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años aumentó ligeramente del 8.3% al 86% con un incremento mayor en Sudamérica, un aumento más leve en Mesoamérica y manteniéndose estable en el Caribe.
En el año 2022, la prevalencia de sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años fue del 9.7 % en Sudamérica, 6.7 % en Mesoamérica y 6.6 % en el Caribe.
En los últimos 50 años, las tasas de sobrepeso y obesidad se triplicaron, afectando al 62.5% de la población en la región, la prevalencia regional de sobrepeso en niños, niñas y adolescentes que se ubica en el 33.6%, mayor al promedio mundial.
La obesidad no es el único desafío en esta materia. Algunos países todavía presentan una alta prevalencia de retraso del crecimiento en niños y niñas menores de 5 años.
A nivel regional, esta cifra llegó a 11.5%. Si bien se ha logrado una reducción significativa desde el año 2000, la disminución se ha desacelerado en los últimos años.
Entre 2000 y 2012, la prevalencia disminuyó en cerca de 5 puntos porcentuales, mientras que entre 2012 y 2022 la reducción fue de solo 1.2 puntos porcentuales.
El sobrepeso infantil ha incrementado de manera alarmante en las últimas dos décadas, amenazando la salud y el bienestar de la niñez. A su vez, la desnutrición infantil prevalece en la región, afectando mayormente a poblaciones indignas, afrodescendientes y rurales.