Si entendemos el término “migrar” como un traslado de un lugar a otro y ante los últimos acontecimientos políticos en el país, en el “alboroto” que ha causado el retorno de un hijo “pródigo” al Partido Liberal como lo es Jorge Cálix Espinal, fundador de Libre, más la “adopción” -que se entiende como el acto jurídico mediante el cual se crea un vínculo de parentesco entre una o dos personas naturales o jurídicas-, tal es el caso del fundador del Pac, PSH y protagonista por acción para que el actual gobierno de Libre esté gobernando, Salvador Nasralla, a las filas del PL.
Nos indica que a los liberales, cuyos ancestros han de estar revolcándose en sus tumbas, pues sin duda que líderes como Modesto Rodas Alvarado, Roberto Suazo Córdova, Ramón Villeda Bermúdez, Carlos Roberto Reina o el mismo Francisco Morazán, quien inspiró a su fundador José Policarpo Bonilla Vásquez a crear esta institución pública aquel 5 de febrero de 1891, no sabrían en este momento si reír o llorar ante esta “noticia” que se supone viene a levantar y resucitar a un partido político que está en la barranca. Su presidente actual, Yani Rosenthal, a quien algunos calificaron como un “auténtico liberal”, sacó apenas el 9.96% de los votos en las generales del 2021.
A Cálix se ve muy difícil que las bases liberales lo acepten y mucho menos a aquel que un director de medios calificó que “padece de diarrea verbal”, me refiero al animador de un show televisivo en el que su personalidad no tiene nada que ver con los anhelos de aquellos ancestros liberales que son referentes por su valor y estirpe que llevó al partido rojo-blanco-rojo en tiempos pasados a Casa Presidencial.
Que no se engañen los que hoy les dan la “bienvenida” a dos personajes que están muy lejos de aquellos. En mi opinión, lo que se espera para el 2025 es la fuga masiva de liberales para nuevas opciones políticas, tomen nota.
