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El arma de asalto de EEH

Hace unos meses la holandesa Universidad de Twente (UT), en colaboración con la Universidad de Ámsterdam de Ciencias Aplicadas (AUAS), realizó un estudio especializado en el que concluyó que “las lecturas falsas de los nuevos medidores ‘inteligentes’ pueden elevar nuestras cuentas de electricidad hasta un 582%”.

Este estudio fue publicado en la prestigiosa revista científica europea “IEEE Electromagnetic Compatibility Magazine”, que avala la seriedad y resultados del estudio.

En Holanda, el gobierno pretende cambiar los confiables medidores tradicionales de energía con disco giratorio por nuevas variantes “inteligentes” para el año 2020, pero la polémica respecto a las alzas en las cuentas de electricidad ha llevado al público a dar respuestas técnicas contundentes al discurso gubernamental que defiende a los medidores electrónicos y a la ley que obliga al cambio. Los consumidores holandeses están aplicando soluciones legales que permiten reinstalar los medidores electromecánicos en sus hogares mientras se resuelve la controversia. Contrario a lo que dice la EEH, el tema del consumo de energía y facturación no se trata solamente de los consumidores y sus hábitos de consumo o la eficiencia de los electrodomésticos que utiliza. Ellos tienen una enorme participación en las variables que inciden en una facturación alta. Por ejemplo: las luces led y los llamados “focos ahorradores” se convierten en verdaderos vampiros en presencia de un medidor “inteligente” porque estos no pueden filtrar la energía asociada a la contaminación de la red de estos dispositivos o lo que podríamos llamar “energía sucia” y terminan midiendo esta como consumo normal.

Los incrementos en las facturas se atribuyen al diseño del medidor de energía, de acuerdo al referido estudio, el cual señala que todos los medidores estudiados cumplían con los requisitos legales y estaban certificados. En Honduras hay un enorme vacío normativo en este aspecto debido a que estos dispositivos no cuentan con la aprobación del organismo que acredita tales certificaciones, tampoco contamos con suficiente información técnica a disposición de los consumidores de cada fabricante, marca y tipo de medidor. En un ambiente democrático las imposiciones sobre temas técnicos no discutidos con los afectados son un insulto a la inteligencia, genio y capacidad de los hondureños.

En las condiciones actuales en que se está llevando este proyecto, los medidores “inteligentes” se han convertido en el arma de asalto de la EEH. Nos queda claro que el único afán de esta empresa es la recaudación y no la reducción de pérdidas, con el beneplácito de la ENEE y su sindicato. Están, como dice la Biblia, “pegando remiendo nuevo en vestido viejo…” Y lo más grave es que son los “representantes del pueblo” los que han puesto esta nueva arma de destrucción masiva en manos de extranjeros cazafortunas.

¿Cómo defendernos de este asalto? Mientras no se resuelva este tema a satisfacción de todos, no debería instalarse un medidor más. La Fiscalía del Consumidor debe actuar de oficio ante este asalto masivo por parte de la EEH aprovechándose de la falta de información de los consumidores. Pero nuestras protestas serían realmente escuchadas si, por ejemplo, cada consumidor desinstala su medidor “inteligente” y lo lleva a la oficina de reclamo más cercana de EEH hasta formar una gran montaña. Usted tiene derechos y estos están protegidos por leyes nacionales e internacionales. La EEH le ha escondido información al público sobre los medidores y eso es grave. Ahora esta información se ha convertido en nuestra mejor defensa. No a los medidores “inteligentes”.