Columnistas

La libertad de expresión se defiende, es la polarización que producen los visitantes, lo que repudiamos. Que vengan a hacerse emisor y eco de una propuesta funesta, la de refundar en Honduras la miseria que crearon en sus países. Que el pequeño grupo del PLyR en el poder de la nación, traiga a sus amigos para presumir de logros inexistentes y disfrutar de la bohemia, son intrascendentes, “tienen derecho”. Lo que está mal, es el despilfarro del presupuesto nacional y lo peor, que pretendan contribuir a la imposición de dictadura en nuestro país, también mediante la corrupción y los vínculos con el crimen organizado que encarnan varios de los convidados. Se dicen de izquierda. Por conveniencia, por convicción imposible. Honduras tiene que encontrar su propia vía, sin yugos extranjeros ni nacionales. Sin recetas fantásticas y sin la voracidad de quienes son plata y poder, su norte. La lucha anticorrupción debe cohesionar a los hondureños y la lucha en contra del fraude electoral. Escuchar entonces la voz del pueblo sin distorsiones y en base a la ley y a la transparencia. La voracidad en el uso del erario, su inventiva creando proyectos para succionar recursos, no tiene precedente. Como siempre, rechazamos la pretensión de imponernos agendas económicas y políticas, fracasadas, fuentes de desgracia general en donde han sido implementadas. El evento de segundo nivel que el pequeño grupo del PLyR ha montado, sin alcanzar el efecto buscado, pero si, evidenciando egos desproporcionados y una viveza que logra instrumentalizar organismos políticos revueltos con organismos oficiales, intentando adjudicarle una prestancia que no logran. El Foro de Sao Paulo representa miseria y corrupción, no tienen nada que enseñarnos. Ahí hay dirigentes cegados por los oropeles del poder, como si les fuera a ser eterno, y a ellos como a cada corrupto, los rechazamos. Si, el concepto filosófico “el hombre y sus circunstancias” es aplicable. Somos nuestro contexto socio económico y político. No convencen, pero nos unen, a los que soñamos con una Honduras en libertad, justa y equitativa.

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