Columnistas

Crisis de conciencia

Durante las confrontaciones bélicas, miles de personas entran en crisis de conciencia, todo ello porque entran en conflicto con los valores inculcados tanto por la familia como por la sociedad, las personas que han sido reclutadas por el ejército son adoctrinadas, se les enseña que el enemigo era aquel que no pensara igual a ellos, que tuviese otra nacionalidad, lengua o perteneciese a otra raza, aunque la ideología religiosa pudiese ser la misma entre los bandos pero con solo pertenecer a otra nación era suficiente razón para declararlos enemigos confesos.

Es por eso por lo que muchos soldados tuvieron crisis de conciencia porque en su ser interior, el matar o torturar a otro semejante era ir totalmente contra sus principios sembrados a fuego en el espíritu por la familia y transgredirlos supuso un conflicto emocional que mucho tuvieron que enfrentar la pena de muerte porque se opusieron a las órdenes de los superiores para cometer ilícitos.

Siempre que las ideologías se vuelven dogmas, el solo hecho de transgredirlos puede incurrir en penas sancionadas aún con la vida. Cuando se alzan líderes que las circunstancias de una nación o las políticas internacionales crean, estos tratan de imponer sus criterios o formas de pensar, razonar, tiende a inducir que aquellos que lo acompañen hablen y piensen como él, ya que el pensamiento independiente no podrá ser encausado a la causa que se persigue.

En Honduras se han alzado personas que las masas lo siguen a “pie juntilla”, con el adoctrinamiento de que todo lo que aquel hace es lo mejor, máximo si tiende a tergiversar la ley y aplicarla a sus intereses individuales y colectivos porque estos líderes empiezan a reclutar a personas afines a sus ideas y se convierten en un Jesús con doce apóstoles, estos influirán en las masas que aún no aceptan que aquel pensamiento, ideario, sea lo que realmente sacará a la sociedad de su problema y que también se incurre a crear otro problema peor que el que ya existe o que también al final podría ser el correcto.

Los valores morales de no matarás, no robarás, no mentirás, ser un ciudadano ejemplar y otros tantos más que conducen a las personas dentro de la sociedad humana hacen que se procure el bienestar de la colectividad, el infractor de estos preceptos incurre en falta y consigo viene una sanción.

¿Cuánto vale tu conciencia? ¿cuánto valen tus valores? ¿cuánto valen tus principios? ¿un saco con treinta monedas de oro? ¿popularidad? ¿cuánta deshonra recibe tu familia cuando actúas fuera de tus principios? ¿valdrá la pena un momento efímero de fama, de riqueza? Si al final te conviertes en un ser señalado por siempre, estigmatizado hasta la cuarta generación.

Las noches son un tormento, noches de vela, de ojos inyectados de sangre, ojeras oscuras aparecen alrededor de los ojos, la crisis de conciencia llega, la persona mira jueces y fiscales que están detrás de sus huesos, quieres huir a otra nación y empezar un nuevo capítulo pero la cárcel está dentro de sí mismo, las noches de terror se irán haciendo fantasmagóricas, el sudor le invadirá y la cárcel perpetua será la recompensa por el simple hecho de violar los principios y valores que fueron tirados al excusado por el disfrute efímero de una riqueza que se diluye o escapa como arena entre los dedos.

Ámate, sé feliz, disfruta del duro trabajo, disfruta los triunfos obtenidos por la ardua labor del día a día, mantén tu frente en alto y sé digno de ser llamado hijo de la patria grande.