Columnistas

Desde el aula

Aun con todas las posibilidades de estar en un cargo colaborando con el compañero Daniel Sponda en el nivel central de la Secretaría de Educación, he optado por quedarme en mi centro educativo a vivir intensamente con mis alumnos y mis compañeros este retorno a las aulas, en el final de la pandemia y de mi tiempo antes de la jubilación.He confirmado la alta responsabilidad y compromiso del personal docente y de servicio. Igualmente la satisfactoria muestra de interés del alumnado y la responsabilidad de padres y madres de familia.Eso se evidencia en los gestos de colaboración para que el Instituto Genaro Muñoz Hernández de Siguatepeque tenga lo necesario para desarrollar el proceso educativo con un nivel elevado de calidad en las condiciones que imponen las circunstancias de la pandemia. Lo más hermoso es que esa misma actitud es la de la inmensa mayoría de los docentes de Honduras, que están en sus aulas a pesar de todos los riesgos.La intención en la planificación de la mayoría de instituciones educativas es ir aumentando cada vez más el tiempo presencial con el alumnado. Nosotros hacemos evaluación semanal del proceso y vamos definiendo la ejecución de acciones de mejora cada dos semanas. Es valiosa la participación y colaboración de las madres y padres de familia en la dinámica de mejora continua, igual que la del alumnado a través de sus expresiones y sugerencias.En esta nueva experiencia educativa es interesante cómo la incorporación de la tecnología en el proceso educativo dinamiza el mismo, si tenemos el cuidado de no provocar la marginación de los más pobres, que no tienen acceso a dispositivos tecnológicos por su pobreza. Por esto deben establecerse rigurosos mecanismos de control para esta opción virtual, considerando que la virtualidad margina a la mayoría de los estudiantes que forman parte del 73% de pobres que hay en el país.Paulatinamente se debe promover entre el alumnado que sus niveles de responsabilidad, en el nuevo esquema del proceso educativo, son cada vez mayores y que su espíritu de lucha contra la adversidad (resiliencia) es fundamental. Enseñar a los niños y jóvenes estrategias de metacognición que fortalezcan el autoaprendizaje son fundamentales. Los docentes debemos tener presente enseñar a aprender.Los educadores trabajamos permanentemente en concientizar a las madres y padres de familia, en la perspectiva de valorar la importancia de su papel en la nueva forma de funcionamiento de los centros educativos. Considero que desde la Secretaría de Educación se debe procurar una fuerte campaña para capacitar al personal docente en temáticas que actualicen sus saberes metodológicos para enfrentar la nueva dinámica del proceso educativo. Estamos en un nuevo tiempo, en la acción de educar, en el que teniendo en cuenta el pensamiento de Paulo Freire, no debemos olvidar que la educación debe ser un instrumento de liberación.Volver al aula poco a poco nos enseña, a todos, la importancia y efectividad de la vacunación y que una vez más Dios nos da inteligencia e instrumentos para vencer las adversidades