Recientemente, la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) elaboró y publicó este documento, sobre el estudio de nuestra cultura como hondureños, este análisis fue elaborado y presentado por Julieta Castellanos y Thelma Mejía quienes figuran como investigadoras y Marcelo Varela quien resalta como coordinador de dicho estudio.
Hay muchas cosas que decir, primero, resulta valioso que se toquen este tipo de temas porque es necesario comprender por qué el hondureño se comporta como se comporta, y todo tiene que ver con nuestro sistema cultural, el cual está condicionado por la multiplicidad de factores sociales y políticos que han fijado nuestra forma de ver la vida y nuestra forma de percibir la democracia, el objeto de esta investigación es centrarse en los patrones de convivencia de los ciudadanos, producto de este informe emergen algunas reflexiones importantes, una de ellas, es que la ciudadanía asocia a los políticos como parte de los problemas que tenemos como nación, existe una desconfianza generalizada hacía la institucionalidad de parte de todos los sectores sociales, asimismo, se identifican la inseguridad, crimen, impunidad como factores que afectan el día a día del hondureño, también se resalta que la población vive en incertidumbre sobre el futuro de Honduras, finalmente, uno de los hallazgos que me parece valioso de destacar, es que se menciona “irse del país se vislumbra como la única opción para mucha gente”. Es una pena que la mayoría piense que dejar el país es la única opción.
Si bien, estas son cosas que sabemos que las personas las piensan, las podemos escuchar en reuniones con amigos, o cuando platicamos con gente en la calle, sin embargo, verlo plasmado en este estudio de una manera detallada y precisa nos sirve como instrumento social y político para tener un contexto de la realidad cultural de Honduras, tener clara la percepción que tienen los hondureños sobre la política, la democracia y nuestra institucionalidad. Dados los resultados de este estudio, queda claro que hay un enorme reto para la clase política en ganarse la confianza de los hondureños, la cual se ha ido perdiendo desde hace muchos años, la forma de hacerlo es teniendo políticos que sean parte de las soluciones a los problemas de país y no parte del problema, asimismo, es urgente tener funcionarios que tomen decisiones pensando en futuro de los hondureños y no en sus beneficios personales, ejemplo de ello: haber eliminado la extradición, el abuso de la figura de amnistía política, relección ilegal, destitución de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre otros cientos de problemas.
