Es importante dar inicio a este texto mencionando que, uno de los principales problemas de Honduras no es solo la falta de algunas leyes, sino el cumplimiento de las leyes existentes y la aplicabilidad de estas. En este espacio ya hemos hablado sobre la aplicación de la ley de manera selectiva y privilegiada, de cómo el sistema puede funcionar de manera maliciosa y benévola dependiendo la persona implicada.
Sin embargo, esto solo mejorará, siempre y cuando hagamos saber dónde se encuentran esas falencias que debilitan el Estado de derecho, hay que garantizar que dentro de la administración pública haya funcionarios y servidores públicos de alta calidad y compromiso, pero también robustecer el marco normativo nacional, a fin de apegarlo a los estándares internacionales en las diferentes materias. No obstante, el contenido de este artículo se centra en los temas que siempre comentamos, anticorrupción, transparencia y democracia.
En la discusión pública siempre vemos que se habla de la necesidad de una CICIH, se menciona la falta de confianza que existe en nuestra institucionalidad, “he aquí el gran reto”, el cual es fortalecer nuestra institucionalidad, y para ello, necesitamos darle el robustecimiento legal pertinente.
Para fortalecer nuestro Estado de derecho hay algunas leyes que debemos eliminar, y otras que debemos crear, y otras que debemos reformar. Dentro de las leyes por eliminar, tenemos el famoso Decreto 04-2022 (“amnistía” política), el cual recientemente la Corte Suprema de Justicia lo declaró constitucional, es necesario que esté vigente la extradición de Honduras con los Estados Unidos para fortalecer el combate al crimen organizado (esta es una decisión que debemos exigir al gobierno que revierta), eliminar el Decreto Legislativo 117-2019, conocido como inmunidad parlamentaria. Dentro de las normas que se requieren aprobar podemos mencionar: Ley de Colaboración Eficaz, Ley contra el Nepotismo, Ley de Protección de Datos Personales, una nueva Ley de Contratación del Estado, Ley sobre el manejo de Conflictos de Interés, Ley de Protección de Denunciantes, una Ley Especial de procesos de Elección de Segundo Grado, Ley de Transformación Digital, Ley de Beneficiarios Finales, en fin, muchas otras leyes más.
Dentro de las leyes que requieren reformas, podemos mencionar el Código Penal vigente, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización de Partidos Políticos y Candidatos.
Sé que con una columna de estas no le hacemos justicia a la complejidad del gran problema jurídico que tenemos en Honduras, sin embargo, con todo lo mencionado, podemos dimensionar la necesidad de contar con diputados comprometidos con el fortalecimiento al Estado de derecho a Honduras, lamentablemente, la mayoría de ellos, en este momento su prioridad es ganar el próximo proceso electoral.