Columnistas

Los portones están en el cielo, San Pedro tiene las llaves, los tesoros muchas veces están ocultos en lugares donde una puerta da el acceso, hasta el infierno tiene portones cuando se habla que estás a las puertas de éste. Los portones dan seguridad a empresas, hogares, a barrios seguros, las grandes puertas de las bóvedas bancarias se hacen especialmente para que ningún intruso se robe las ingentes cantidades de oro o billetes. Los portones abiertos permiten que las personas que ingresen puedan desarrollar sus actividades sin ningún temor porque estos indican que el lugar tiene seguridad y si aún se coloca personal de vigilancia; mucho mejor.

La exrectora universitaria Julieta Castellanos hizo del complejo universitario un sitio que brindara seguridad a los educandos, a los trabajadores administrativos y docentes, y todo lo que concierne a la universidad, mandó a construir el muro perimetral, a mejorar los senderos por donde circula el estudiantado, y para evitar que los bienes de la casa de estudios no fuesen sustraídos.

Con las obras realizadas por doña Julieta se construyeron portones para poder ingresar a la universidad, portones custodiados por vigilantes armados para evitar cualquier eventualidad, con ello se controla la entrada a diversas entidades funestas que la casa de estudios ha venido lidiando por décadas contra la toma de las instalaciones de personas violentas, encapuchadas, armadas e intolerantes del diálogo, muchas veces eran miembros mandados por los gobernantes de turno para impedir la elección de personas que deseaban llegar a la gobernanza de ésta.

Sin embargo, este dolor de cabeza ha sido imposible de erradicar, siempre las autoridades han actuado pusilánimes ante los eventos que estas hordas de vagos han provocado dentro de la infraestructura universitaria.

Mas sabemos que por mantener a autoridades afines de los gobernantes se han efectuado reelecciones que la ley orgánica del alma mater no lo permite, más por la imposición desde la cúpula presidencial se hizo este adefesio jurídico, que era buena la persona a elegir, era buena, mas las normativas se las pasaron ya saben por donde y se volvió a reelegir.

El gusto por el poder como que se impregna a través de los poros como si fuese droga, y ante un antecedente de violación de la norma jurídica el actual rector desea hacer lo que anteriormente se quiso combatir mas no se logró, porque en Honduras está de moda el desdén del orden constitucional y sus leyes.

Ahora las fuerzas oscuras de los colectivos hacen y deshacen como Pedro en su casa, los actos violentos que han efectuado en las últimas semanas son repudiadas por la población en general, colectivos dirigidos por anarquizantes que desean que Honduras se convierta en una vorágine de violencia, caos y muerte, todo por alcanzar metas oscuras emulativas a gobiernos fallidos en otras latitudes. Mas a vista y paciencia de todos los alumnos y personal laborante se ha procedido a eliminar los portones de acceso a la máxima casa de estudios, los argumentos infantiles que es para evitar que los grupos de colectivos lleguen a tomarse la universidad. Autoridades universitarias, un consejo: apliquen el peso de la ley, cada vez que haya toma manden a llamar a las autoridades para que sean arrestados, las excusas infantiles son decepcionantes. Triste realidad de mi patria, oscuridad para la educación, ¡qué tristeza del alma!