El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o más de los siguientes factores: trastorno bipolar, trastorno límite de la personalidad, depresión, consumo de drogas o alcohol, trastorno de estrés postraumático (TEPT), esquizofrenia, historial de abuso sexual, físico y emocional, cuestiones de vida estresantes como problemas serios a nivel financiero o en las relaciones interpersonales, diagnóstico de una enfermedad terminal. Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a sentirse culpables o una carga para los demás, sentirse como víctimas, sentimientos de rechazo, pérdida o soledad.
Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes incluyen: acceso a armas de fuego, miembro de la familia que cometió suicidio, antecedentes de autoagresión deliberada, antecedentes de abandono o maltrato, ruptura sentimental. Mientras que los hombres son más propensos que las mujeres a morir por suicidio, las mujeres son dos veces más propensas a intentar suicidarse. El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700,000 suicidios al año en todo el mundo, y que cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció desde 2003 el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de que las naciones del mundo implementen y promuevan acciones para su prevención.
¿Por qué septiembre es amarillo? El color amarillo se asocia con la prevención del suicidio en honor a la historia de Mike Emme, un joven que se quitó la vida en 1994. Mike era un adolescente conocido por su personalidad alegre y su talento en la mecánica. Una de sus obras más recordadas fue la restauración de un mustang amarillo de 1968, el mismo coche que simboliza la tragedia de su muerte. A raíz de su muerte, sus amigos y familiares empezaron a repartir cintas amarillas, con mensajes de apoyo, pidiendo a las personas en crisis que busquen ayuda. Este gesto se transformó en un movimiento global conocido como el Yellow Ribbon Project (Proyecto Cinta Amarilla), y el color amarillo ahora representa la prevención del suicidio.
¿Qué más podemos hacer para prevenir el suicidio? No minimizar las emociones de la otra persona, actuar con sensibilidad y evitar caer en prejuicios. Muy importante la integración a grupos deportivos, sociales y culturales. Apoyar a alguien es tan simple como demostrarle que esa persona te importa, no necesitas tener respuestas. El espacio y el tiempo compartido, así como la escucha activa, pueden ser de gran ayuda para alguien que la está pasando mal.
Hoy en día, septiembre es recordado como el “septiembre amarillo”, en el que se fomenta la discusión abierta sobre la salud mental y la importancia de pedir ayuda cuando se está en crisis.