En una institución históricamente liderada por hombres, hoy en día las mujeres en la Policía Nacional de Honduras, se han convertido en un pilar fundamental en las faenas policiales, su determinación, coraje y fuerza las han colocado en sitios de mucha relevancia dentro de la institución.
Las mujeres policías no solo son policías, además de enfrentar las responsabilidades inherentes a su labor, son madres de familia, y muchas de ellas desafían solas la crianza de los hijos; aparte de ello, bregan con estereotipos y esquemas mentales de género todavía arraigados en la sociedad. Sin embargo, las mujeres en esta institución han demostrado que el valor, la capacidad, el honor y el compromiso de sacar adelante a sus hijos, las hace romper y enfrentar todo tipo de valladar.
Ser policía y ser mamá es una ardua labor, gran parte de las madres policías no pueden estar con sus hijos todos los días, como sería el ideal; generalmente van a sus casas después de varios días de trabajo, a veces la distancia tampoco permite poder llegar y compartir con sus hijos, de haber emergencias en el país, el tiempo de trabajo se extiende hasta una segunda orden, esa es la naturaleza de este trabajo.
Con el corazón partido después de una despedida y un hasta pronto, las madres policías emprenden su jornada de trabajo con entusiasmo y con la motivación de trabajar por sus hijos y para sus hijos, sobre su espalda posa la responsabilidad del deber siempre cumplido como funcionaria policial y como madre, se desenvuelven en su trabajo con excelencia sin descuidar sus compromisos en casa, con la familia.
Con todo y todo, la participación activa de la mujer en el servicio policial va en aumento, cada vez son más las mujeres que ingresan a la Policía Nacional en busca de mejores destinos para sus hijos y familia en general. No es una casualidad, es cuestión de capacidad, esmero y compromiso, es un asunto de trayectoria y esfuerzo, de tolerancia y paciencia. Es así que, se puede afirmar que la Policía Nacional de Honduras es una de las instituciones del Estado con un alto grado de inclusión femenina, lo cual nos llena de esperanza como institución y como país, pues en este mundo actual y en constante cambio, la igualdad y equidad son fundamentales para el desarrollo de una nación. Hoy, hago extensiva mi admiración, respeto y felicitaciones a todas las madres policías que con esmero y dedicación llevan a cabo tan delicada función.