Columnistas

Si no son ellos, son otros

Uno de los conflictos más grandes en cualquier sociedad es asumir una postura ante determinados temas, por ejemplo, en Honduras, en el ámbito deportivo la mayoría de la población es Olimpia o Motagua, o cualquier otro equipo, esta es una decisión que las personas toman de manera autónoma y espontánea, ahora bien, con el tema de los partidos políticos, existe un conflicto, puesto que, el voto duro o la gente que es fanática tradicional de algún partido, lo sigue y apoya sin importar quienes sean sus candidatos, situación que de alguna forma ha traído ciertos problemas a largo plazo porque todos los partidos políticos han tenido aprietos por asuntos relacionados con la corrupción y narcoactividad.

Ahora bien, la lucha entre partidos ha pasado a un ámbito menor y lo que ha ido incrementándose es la disputa ideológica entre izquierda y derecha, y estas ideologías logran verse representadas en partidos políticos, sin embargo, existe un gran reto en cuanto a las doctrinas que representa cada partido político, y muchas veces las personas apoyan sin saber o conocer, o en otro caso, hay personas que no les interesa las ideologías, mucho menos los partidos políticos y votan por el candidato(a), pero por la forma de hacer política en Honduras no logramos conocer cómo se definen nuestros políticos (ideológicamente), que vínculos o nexos tienen, cuáles son los intereses que representan.

Sin embargo, este debe ser un punto que debe abordarse y atenderse con mucha importancia, hemos dejado de votar por alguien por votar en contra del otro(a), cualquier opción se vuelve buena para que no llegue el otro candidato, pero ¿dónde quedan los programas de acción política de los partidos políticos? Cada candidato debe ser una representación de la visión y doctrina de su partido político, pero eso es algo que se ha ido perdiendo, por eso ahora agarran mayor fuerza las celebridades de las redes sociales o personas que mediáticamente han sido conocidas por otros temas (menos los relacionados con el ejercicio de la administración pública).

Y este asunto se agrava aún más, cuando vemos que, quienes se han preparado, quienes conocen cómo funciona el Estado, quienes se han profesionalizado en temas importantes para el correcto funcionamiento de la administración pública, tienen una severa apatía para la política. No obstante, para mejorar las condiciones materiales de nuestro país, debemos garantizar tener buenos gobiernos, y eso lo vamos a garantizar mejorando la clase política y la clase política será mejor cuando los buenos hondureños decidan dar un paso al frente para inmiscuirse en los asuntos políticos de nuestro Estado, y hacerlo de manera correcta, debidamente informada y propositiva. Merecemos una clase política eficiente, libre de corrupción y narcotráfico.