Olanchito, Honduras.- La joya cívica del departamento de Yoro es Olanchito, un lugar que irradia historia, cultura y un profundo fervor patrio. Reconocida como la “Ciudad Cívica de Honduras”, este encantador lugar ha sido, desde hace décadas, un referente de las tradiciones más arraigadas del país.
La creatividad artística, combinada con el espíritu patriótico, hace de este sitio un oasis cultural donde el arte y el amor por la nación coexisten en perfecta armonía.
Los valores cívicos se sienten en cada rincón, y sus habitantes llevan consigo un orgullo que se refleja en sus calles, plazas y festividades.
“Somos la única ciudad del mundo que celebra la Semana Cívica con este fervor patrio, por lo tanto, cuidemos nuestra tradición”, dio a conocer Erlin Ponce, presidente de Comité de la Semana Cívica de Olanchito (COSECIO).
Uno de los aspectos más destacados es su intensa devoción por las actividades culturales. En especial, septiembre es un mes en el que la ciudad se transforma en un escenario vibrante de celebraciones, donde la cultura y el amor por la patria se viven intensamente.
“Cada vez que un Olanchito celebra la Semana Cívica, siente y vive su propia esencia, su verdadera identidad”, afirma Enil Núñez, regidor de la Municipalidad de Olanchito.
El corazón cultural de Honduras
Desde el momento en que se pone un pie en la ciudad, se siente la calidez de su gente y la fuerza de su historia. Aquí, los poetas, pintores y escritores, como Ramón Amaya Amador, han dejado huella en la literatura hondureña, creando una atmósfera de profunda creatividad y orgullo nacional.
Este es un lugar donde el arte florece y donde el orgullo por el patrimonio cultural hondureño se manifiesta de forma palpable.
“La Semana Cívica es llevar la cultura y la tradición de Olanchito en nuestras venas”, señaló Ponce.
La celebración de estas fechas conmemorativas tiene un encanto muy especial, lleno de tradición y cultura, todo con raíces que se remontan a 1935.
En aquella época, bajo la administración del alcalde Francisco Ramírez y gracias a la visión del maestro Francisco Murillo Soto junto a un grupo de docentes, esta festividad vio la luz.
Además de las celebraciones cívicas, también se incluían actividades peculiares como el famoso “Día de la Gallina”. Según el poeta y coordinador regional nororiental de la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras, Heber Sorto, ese día consistía en premiar a la gallina que ponía más huevos o que destacaba por ser la más bonita.
El “Día del Ganadero” también era diferente a lo que conocemos hoy. En aquellos tiempos, los ganaderos llevaban sus vacas al Parque Central, y los estudiantes, así como los ciudadanos, traían consigo su vaso con pinol para disfrutar de la leche recién ordeñada.
La ciudad también celebra con orgullo su papel como cuna de artistas a nivel nacional. Según Sorto, la ciudad ha producido más de 200 escritores con obras publicadas en distintos géneros, como novela, cuento y poesía. Es el único municipio en Honduras que cuenta con cuatro monografías publicadas y con varias inéditas.
Este legado cultural convierte a la Semana Cívica en un momento clave para exaltar los valores cívicos, morales y, por supuesto, culturales de los ciudadanos.
Y por ello, durante todo septiembre la ciudad vibra con una serie de actividades; cada día tiene un significado especial, ya sea para rendir homenaje a los héroes nacionales, reconocer figuras locales o exaltar las costumbres folclóricas y agrícolas que forman parte del ADN de Olanchito.
Las calles cobran vida con desfiles coloridos, presentaciones culturales y la participación activa de niños y jóvenes, quiénes son el alma de estas festividades. “Sin ellos, no se celebraría la Semana Cívica”, resaltó Núñez.
Celebraciones patrióticas
El formato de programación de las festividades cívicas está coordinado por los diferentes centros educativos de la ciudad del Valle del Aguán.
La Semana Cívica arranca el 1 de septiembre, Día de la Bandera, una jornada dedicada a honrar a uno de los símbolos más significativos de Honduras.
En el Parque Central, se lleva a cabo una ceremonia solemne en la que las autoridades locales, la Policía Nacional y estudiantes de los centros educativos rinden tributo al emblema nacional.
El 2 de septiembre se celebra el Día del Adulto Mayor con una alborada especial al amanecer.
Las festividades continúan el 3 del presente mes con la coronación de la Reina Juvenil de las fiestas patrias, un evento que ilumina la Plaza Cívica “Fabio Bernardino Cárcamo”.
Este evento simboliza el paso de las tradiciones de una generación a otra, asegurando que el fervor patrio siga vivo en los jóvenes de la ciudad.
El 4 de septiembre es el Día de la Confraternidad, una fecha especial en la que se celebra los lazos de hermandad y solidaridad que unen a sus habitantes.
La inclusión social es un valor que Olanchito celebra con orgullo el 5 de septiembre. Este día está dedicado a destacar la igualdad de oportunidades para todos los miembros de la comunidad, sin importar su condición.
El programa lo dirige la Escuela Especial Bárbara Frishberg, cerrando la jornada con la consagración de Cinthia Coca Puerto como Reina Escolar de las fiestas patrias.
El 6 es el Día de la Salud, donde se realizan desfiles y programas especiales en la Plaza Cívica. Mientras, el Día de la Paz, celebrado el 7 de septiembre, es organizado por la Iglesia Católica, las iglesias evangélicas y los centros de enseñanza.
La educación es el pilar sobre el cual se construye el futuro de cualquier sociedad, y Olanchito lo celebra cada 8 de septiembre con el Día de la Alfabetización. En esta fecha, se reconoce el esfuerzo por llevar la educación a todos los rincones de la ciudad.
El 9 se festeja el Día del Ambiente, el cual se centra en la conservación de los recursos naturales y el cuidado del entorno. A lo largo del día se enseña, por medio de charlas y exposiciones, sobre la importancia de la protección de los bosques y preservación de la biodiversidad.
“Este día es especial para hablar del cuidado y protección de la Micro-cuenca Uchapa Pimienta y los trabajos que se llevan a cabo como la protección y deforestación”, expresó Núñez.
El 10 se festeja el Día del Niño, una de las celebraciones más alegres del mes. La Plaza Cívica se llena de risas y colores con actividades recreativas y educativas para los más pequeños del hogar.
Las conmemoraciones continúan el 11 de septiembre con el Día de las Artes y Oficios. Se reconoce a pintores, escultores, músicos y emprendedores que con sus manos y talento han enriquecido la cultura local.
El 12 es el Día del Agricultor y Ganadero, se reconoce la ardua labor de quienes cultivan la tierra y crían el ganado en la ciudad y alrededores.
La Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Olanchito (SAGO) es el escenario principal de esta conmemoración, donde se realizan ferias y exposiciones que muestran los productos de la zona.
El festejo del 13, Día del Folklore, es una verdadera fiesta de las raíces culturales de Honduras. Esta celebración está marcada por desfiles de los jardines de niños y culmina con un gran festival de danzas folclóricas en la Plaza Cívica, donde se presentan los bailes autóctonos que forman parte del rico patrimonio hondureño.
La competitividad y la pasión se hacen presente el 14 con el Día del Deporte. Las escuelas desfilan en la mañana y en la tarde se llevan a cabo las competencias deportivas.
La celebración más importante del mes es sin duda alguna el 15 de septiembre, Día de la Independencia de Honduras. Las calles de la ciudad se llenan de color, música y alegría con los desfiles patrióticos de los colegios.
Los cuadros artísticos, las bandas de guerra y marciales de las instituciones educativas hacen gala de sus habilidades, terminando el desfile en la Plaza Cívica en una ceremonia solemne con las autoridades de la ciudad y demás centros educativos.
“El 15 de septiembre se celebra en todo el país, pero en Olanchito se festeja con un toque especial y diferente”, detalló Enil Núñez.
El Día del Pueblo es el 16, fecha en que se realiza un evento en el que se galardona a aquellos ciudadanos que han dejado en alto el nombre del municipio.
En esta última edición se dio el encuentro de poetas de diferentes partes del país y la homenajeada fue la escritora Mirna Orellana, quien ha contribuido significativamente al patrimonio literario e histórico de la ciudad.
El 17 es el Día del Maestro, una celebración dedicada a reconocer la invaluable labor de los educadores. En un emotivo programa se exalta a los docentes de los diferentes sectores.
Este año se entregó el reconocimiento “El maestro del año”, un galardón que lleva el nombre Francisco Morazán, a la docente jubilada de 91 años de edad, Estilita Mirtilia Cano.
Los festejos continúan el 27 con una emocionante competencia entre las bandas de guerra de los institutos, un evento lleno de adrenalina y ritmo, donde los jóvenes músicos muestran su disciplina y talento.
El mes patriótico cierra con broche de oro el 28, cuando se conmemora el Día de la Llegada de los Pliegos de Independencia. Esta fecha recuerda los documentos que sellaron el destino de Honduras como una nación soberana.
Un destino que no puedes perderte
Visitar Olanchito en septiembre es sumergirse en el corazón de Honduras donde cada esquina respira historia y tradición.
“A los visitantes les recomiendo que conozcan la Semana Cívica para miren como los Olanchitos vivimos estas fechas, cómo nos transforma y enorgullece vivir esta semana, y a los locales les recomiendo que cada día que pase nos enamoremos más de nuestra cultura y civismo”, indicó Enil Núñez.
Las fiestas patrias aquí no son simples eventos, son manifestaciones de identidad, de una pasión por la nación que resuena en cada acto y festejo.
El compromiso de la ciudad con su herencia va más allá de lo inmediato. La visión a largo plazo es clara y la plasma Núñez: “Queremos mantener viva nuestra cultura por generaciones futuras, que la Semana Cívica nunca muera”.
Olanchito no solo celebra su historia, la vive y la proyecta hacia el futuro. Al visitar esta ciudad durante septiembre no solo se disfruta de las fiestas patrias, sino de una celebración por el civismo, la cultura y el orgullo nacional.