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¡Qué espectáculo circense! Las muchachas del mercado se quedan pequeñas, qué vergüenza más grande es nacer en Honduras, como, ¿lo desearán todas las criaturas?, diría ahora la canción, es terrible y vergonzoso los actos públicos que hacen los padres putativos de la patria, jamás se había visto tanta anarquía, maldad calculada al último milímetro, boicot, secuestro, golpes, patadas, mencionadas de la dulce madrecita, engaño tras engaño, un total repudio por el orden constitucional, era y es la ley de la selva, de quién grita más, del ¡sí, yo puedo!, del revanchismo, del que si aquellos lo hicieron ¿nosotros por qué no?

La ley es clara y no necesita interpretación, no había concluido el término de las sesiones ordinarias del Congreso, aún no eran las doce de la noche para que los diputados expresen que pueden emitir leyes extraordinarias.

No conocemos la ley a fondo, pero la lógica nos dice que si no ha concluido el término todo lo que se haga está dentro de ley, sin clausura de la legislación, convocar a puerta cerrada para elegir la Comisión Permanente, y estos -a su vez- elegir al fiscal general y adjunto con solo nueve personas del mismo partido, es ilegal, y lo más triste es que aquellos que conocen de leyes que por ansias de poder y poder joder, aceptan.

Bochorno para la familia, bochorno para Honduras, bochorno internacional, cuando todos los preceptos fueron violados, tanto de la Constitución como de la Ley Orgánica del Ministerio Público.

La ilegalidad se ha sentado en el trono de la impunidad, de la indecencia, de valores fatuos, de una conciencia anárquica, del maquiavelismo, las acciones dolosas y bochornosas que están cometiendo dentro de la carpa circense deja entrever el grado de polarización en que está la familia hondureña, si es que nos podemos llamar hermanos, porque, medio se visten de una camiseta distintiva de un partido, los demás hondureños quedan sobrando, no importan, son los que van a la llanura y que se defiendan como puedan, porque se legisla para una minoría y no para toda la hondureñidad.

Ilegal la Junta Directiva del Congreso, ilegal el decreto de la impunidad, ilegal el denigrar nuestros símbolos patrios que hasta los cuernos de la abundancia se los quitaron señalando que Honduras ya no es rica en flora y fauna, ni industria, salud, educación, ya que la pobreza de espíritu, y a la que a diario nos enfrentamos la inmensa mayoría, dicen que hemos llegado a ser paupérrimos. Ilegal el nepotismo, ilegal que el bono de la tercera edad y del discapacitado solo sea a los que tienen afiliación del partido en gobierno, ilegal que existan las caravanas, ilegal la matanza de nuestras hermanas, ilegal la explotación de niños y niñas, ilegal el narcotráfico, ilegal solo perseguir a unos cuantos, ilegal cuando mandan a casa a los ricos y famosos, la ley debe ser pareja, el que comete el delito que lo pague.

¿Hacia dónde nos lleva la ilegalidad, la imposición, el desorden, el caos por doquier?, ¿qué nos espera como nación?, ¿seremos una nueva Venezuela donde la imposición ha prevalecido, donde millares han abandonado su patria, donde sus restos han quedado desperdigados en los caminos del asalto, la muerte, el secuestro, el robo de infantes para consumo de órganos o la trata de blancas?

¡Honduras!, tus malos hijos te desnudan y dejan ver tus “vergüenzas”, la balanza de la justicia se inclina a favor del que tiene el poder, no hay justicia y si llegase a existir una justicia tardía no es justicia.