En un correo electrónico que recibí recientemente, encontré los siguientes pensamientos de Bolívar que pueden ayudar a que recapaciten aquellos que se han dejado engañar por las ideas supuestamente bolivarianas que propagan los que desean implantar el Socialismo del Siglo XXI en América Latina:
“Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”.
“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder”.
“Es una manía miserable el querer mandar a todo trance”.
Estos pensamientos son consejos valiosos para cualquier época del pasado, presente o futuro. El primero fue parte de un discurso que pronunció en el Convento de Franciscanos, el 2 de enero de 1814. El segundo, lo expresó en un discurso al Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819. Y, el tercero, lo escribió en una carta dirigida al General Santander, el 15 de abril de 1823. Ninguno de los tres podría aplicarse a las supuestas democracias que se han creado últimamente utilizando el nombre de Bolívar para darles credibilidad.
El correo electrónico a que me refiero en el primer párrafo contiene un artículo escrito por Daniel Romero Pernalete, sociólogo y profesor titular de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, Venezuela. Dicho artículo puede encontrarse fácilmente en la red bajo el nombre de su autor.
La crisis que se produjo en Honduras en 2009 continuará comentándose y analizándose por muchos años. Los que la provocaron siempre creerán que fue injusta e ilegal la sucesión presidencial porque estuvo de acuerdo con la Constitución vigente en aquel momento y no con una que se ajustará a sus propósitos; por consiguiente, seguirán asegurando que hubo golpe de Estado y diciendo que contaron con apoyo universal.
Los que defendimos la Constitución en aquel momento, guardaremos para siempre el grato recuerdo de haber formado parte de una mayoría de hondureños amantes de la libertad, de diferentes partidos y de todos los estratos sociales, que respondió al llamado de la patria en peligro. Es posible que pase mucho tiempo antes de que algún historiador estudioso juzgue con imparcialidad lo que ocurrió en Honduras en el 2009 y en los años siguientes, pero ese día llegará.
Entonces se podrá comprender que lo positivo que tuvo el proyecto de la cuarta urna fue todo lo que salió a relucir: la ambición y falta de patriotismo de los patrocinadores, la falsedad de quienes siempre habíamos considerado amigos, la valentía y firmeza de un gobierno que supo hacerle frente a la adversidad y que nunca pretendió perpetuarse en el poder, tal como lo demostró al asegurarse de que las elecciones generales se llevaran a cabo en la fecha señalada desde antes de la sucesión presidencial.