¡Ay nuestra Honduras! Con tantos problemas y sin visos de solución. ¿Y cómo? Si aquí se dan los insólitos más inimaginables: Políticos del partido de gobierno y amigos de la cúpula del Ejecutivo metidos en negocios turbios como la corrupción llana, tal es el caso del robo de los raquíticos recursos del IHSS o el “narcoalcalde” de Yoro; teniendo como máximo dirigente del fútbol a un desvisado por corrupto, como principal dirigente opositor uno en cuyo gobierno se sacaron millones de lempiras hasta en carretillas, y a ministros tan inútiles que no pueden ni explicar dónde diantres está el barco con los frijoles que supuestamente le iban a poner fin a la escasez y altos precios del grano; decenas de miles de niños que salen en estampida en busca de sus padres que huyeron hace años de la pobreza y ahora sostienen con sus divisas a la economía nacional porque los empresarios, los exportadores no pueden hacerlo; con una pléyade de farsantes que todavía siguen prometiendo el sol y la luna, mientras la muerte, la corrupción, la impunidad, la pobreza, la falta de oportunidades, el tráfico de influencias y otros males siguen siendo los dueños y señores. Para colmo, abundan aquellas gargantas y plumas asalariadas que quieren convencernos que estamos mejorando y hasta delincuentes reconocidos que se atreven a decir cómo deben hacerse las cosas para mejorar.
¿Cuándo saldremos de estas Honduras?