l 30 de noviembre de 2017, los capitalinos se despertaron con una terrible noticia: un incendio redujo a cenizas las instalaciones del Museo del Hombre en el centro histórico de Tegucigalpa.
El siniestro, que según constataron los bomberos más tarde fue provocado, redujo a cenizas parte del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de la ciudad que albergaba el Museo y otros inmuebles históricos del centro de la ciudad tal como la Imprenta Calderón y dos edificios más de la zona.
En el Museo funcionaba la Biblioteca Especializada en Arte y Cultura Reina Sofía, la primera biblioteca de arte en Honduras -y la tercera de su tipo en la región centroamericana-, que contaba con más de 4,000 ejemplares, área audiovisual, área virtual, equipo de proyección y un taller de restauración.
Han pasado 28 meses desde la fatídica fecha y las autoridades de la Fundación del Museo del Hombre Hondureño están esperando que el gobierno les apruebe un presupuesto de 28 millones de lempiras para iniciar los trabajos de restauración. Incluso, informaron que los diseños de la nueva obra ya están terminados y que solo esperan la aprobación del Instituto Hondureño de Antropología e Historia y la Alcaldía Municipal.
Si bien es cierto que la capital tiene miles de problemas que atender en todas las áreas y sectores, también lo es que deben poner atención a esta demanda y proceder a buscar una asignación presupuestaria para la restauración de este inmueble considerado monumento nacional histórico.
La recuperación del centro histórico de la ciudad es un sueño acariciado por años por la ciudadanía y vale por ello la pena trabajar en un proyecto integral, que incluya además la restauración y recuperación de otros edificios y monumentos que son parte del patrimonio histórico de la capital hondureña y parte esencial de la identidad nacional