En un hecho sin precedentes, guardias de seguridad impidieron la noche del miércoles el ingreso al hemiciclo legislativo a la diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH), Maribel Espinoza, porque se negó a que sus documentos fueran revisados.
La insólita y grotesca acción quedó grabada en un video que circula en redes sociales y medios de comunicación, en el cual se observa el cuestionable y antidemocrático hecho, ejecutado, según dijeron los guardias, en cumplimiento “de órdenes superiores”, emanadas desde la presidencia del Congreso, que ostenta Luis Redondo.
En el video quedó grabada la actitud amenazante, grotesca y abusiva del que se supone es el jefe de la seguridad contratada por Redondo, dispuesto a agredir, si era necesario, a la congresista que reclamaba su derecho constitucional a ingresar al hemiciclo por su condición de diputada electa por el pueblo y reclamando su derecho a la privacidad.
“Acciones propias de DICTADURAS en el Congreso Nacional; ahora es que quieren revisar los documentos que diputados llevamos para discutir en el hemiciclo. Son actos ABUSIVOS. ¡BASTA YA!”, escribió Espinoza en sus redes sociales.
Las actitudes dictatoriales de Luis Redondo han marcado su pobre y cuestionada gestión legislativa y administrativa, en la que ha hecho prevalecer su prepotencia, la imposición de criterios, la aplicación e interpretación de las leyes a su libre albedrío, características propias de los dictadores.
No sorprende que en su afán de demostrar que él es quien manda en el Poder Legislativo haya mandado a prohibir el ingreso de Espinoza y de otras parlamentarias que cuestionan su gestión y demandan, entre otras cosas, la aprobación de una ley contra la violencia política contra las mujeres presentada a inicios de este año, pero que la mantienen (quizá convenientemente) engavetada, mientras ataques como estos siguen escalando y registrándose impunemente; actos antidemocráticos que violentan derechos esenciales garantizados en la Constitución de la República.
