El próximo 28 de noviembre, las y los hondureños tenemos una cita con la historia y la democracia: acudir a las urnas para elegir a las personas que dirigirán los destinos de la patria en los próximos cuatro años.
Es un momento importante para la ciudadanía, que tiene en sus manos la oportunidad de ir a escoger a las personas que considere más idóneas para dirigir la administración del Estado en el próximo periodo gubernamental.
El camino para llegar hasta aquí ha sido largo y tortuoso; muchos obstáculos se han ido superando poco a poco, acallando, incluso, las voces que se levantaron para anunciar que el proceso no se realizaría tal cual estaba previsto.
Las elecciones encuentran al país en uno de sus momentos más difíciles, con sus problemas históricos como la pobreza y la corrupción agravados por la pandemia de covid-19, que también nos ha arrebatado la vida de miles de hondureños, y los huracanes que golpearon a la nación a finales del año 2020.
Los retos de los nuevos administradores del Estado a partir de enero de 2022 serán, sin duda, monumentales.
Por eso, nuestra responsabilidad hoy como ciudadanos es más importante que nunca; en nuestras manos está el escoger a los mejores hombres y mujeres a quienes encomendaremos las riendas del Estado, y tenemos que hacerlo con mucha responsabilidad, dejando de lado las motivaciones personales, los afectos y los sesgos políticos. Es tiempo de actuar poniendo por delante los intereses de la patria.
En los días que quedan para la elección, les invitamos a hacer una reflexión profunda que les permita el voto por los y las mejores candidatos, dejando de lado a quienes no tengan las cualidades que la patria hoy nos demanda para ponerla en la senda del añorado desarrollo.
Es un momento importante para la ciudadanía, que tiene en sus manos la oportunidad de ir a escoger a las personas que considere más idóneas para dirigir la administración del Estado en el próximo periodo gubernamental.
El camino para llegar hasta aquí ha sido largo y tortuoso; muchos obstáculos se han ido superando poco a poco, acallando, incluso, las voces que se levantaron para anunciar que el proceso no se realizaría tal cual estaba previsto.
Las elecciones encuentran al país en uno de sus momentos más difíciles, con sus problemas históricos como la pobreza y la corrupción agravados por la pandemia de covid-19, que también nos ha arrebatado la vida de miles de hondureños, y los huracanes que golpearon a la nación a finales del año 2020.
Los retos de los nuevos administradores del Estado a partir de enero de 2022 serán, sin duda, monumentales.
Por eso, nuestra responsabilidad hoy como ciudadanos es más importante que nunca; en nuestras manos está el escoger a los mejores hombres y mujeres a quienes encomendaremos las riendas del Estado, y tenemos que hacerlo con mucha responsabilidad, dejando de lado las motivaciones personales, los afectos y los sesgos políticos. Es tiempo de actuar poniendo por delante los intereses de la patria.
En los días que quedan para la elección, les invitamos a hacer una reflexión profunda que les permita el voto por los y las mejores candidatos, dejando de lado a quienes no tengan las cualidades que la patria hoy nos demanda para ponerla en la senda del añorado desarrollo.