Editorial

Escuchar a la academia

La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) hizo pública, la semana anterior, sus consideraciones sobre la situación ambiental y jurídica de las Islas del Cisne y la construcción de una cárcel de máxima seguridad que propone el actual gobierno, como parte de su programa de seguridad.

El análisis, realizado por la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias, deja claro la inviabilidad del proyecto dadas las condiciones de vulnerabilidad de los ecosistemas, que -además exponen- son áreas protegidas por acuerdo ejecutivo número 3056-91, y que posteriormente fue declarada reserva marina con el objetivo de proteger, conservar y mantener fenómenos o procesos naturales en estado inalterado para estudios e investigación científica con énfasis en la protección del hábitat marino. Dejan claro que la construcción de una cárcel de alta seguridad es una intervención mayor y que el impacto a las islas será severo.

La posición de la UNAH llega en momento clave de la discusión alrededor de la factibilidad o no del proyecto de construcción de la cárcel en las islas, basada en fundamentos científicos, dejando de lado las consideraciones y señalamientos políticos que desgraciadamente han marcado el debate en los últimos días.

Es oportuno que quienes defienden la construcción desde el gobierno, y quienes se oponen, tomen en consideración las consideraciones de este análisis para iniciar un diálogo que los lleve a tomar las decisiones adecuadas y encaminadas, en todo momento, a respetar la legislación nacional y a preservar los recursos naturales y el ambiente.

Las posiciones intransigentes no abonan en nada a la solución de un conflicto, por lo que es necesario se abran a escuchar a todos y cada uno de los sectores involucrados en la problemática. Rectificar es de sabios, dice el dicho popular.