Editorial

Fondos Verdes para el Clima

Las autoridades hondureñas proyectan una caída de su economía en 2020 de al menos 9.5% como consecuencia de la pandemia y los huracanes Eta y Iota. El efecto es devastador y recuperar los niveles que se tenía hasta antes de la pandemia tardará por lo menos tres años y demandará del esfuerzo de toda la población y las fuerzas productivas, sin distingo de banderas políticas e ideologías.

El acompañamiento de la comunidad internacional será prioritario para avanzar en el camino de la recuperación económica, pero prioritariamente para la atención vital de los miles de hondureños y hondureñas que perdieron todos sus bienes por las inundaciones. Según el Índice de Riesgo Climático (IRC), en la última década Honduras fue el país más impactado por huracanes, tormentas e inundaciones.

Es en este contexto que Honduras clama a la comunidad internacional el desembolso de los Fondos Verdes para el Clima aprobados al país en 2019 para la restauración del bosque y la recuperación de fuentes de agua, pero que no han llegado, lo que ha llevado al presidente Juan Orlando Hernández a demandar el fin de semana anterior en una comparecencia virtual en el marco de la Cumbre sobre la Ambición Climática su desembolso.

“Este es el escenario correcto para pedir que se haga lo correcto, durante he sido presidente de mi país en todas mis intervenciones hemos solicitado lo mismo y no hemos sido escuchados; los Fondos Verdes para el Clima no llegan como deberían de hacerlo”, dijo Hernández, quien consideró que con buena voluntad bien pueden “crear una ventana de emergencia, con fondos disponibles, de una forma más simplificada de adquisición, sin tanta burocracia y accesibles de inmediato para países como el nuestro que sufren constantemente los efectos del cambio climático”.

Honduras requiere de esos fondos para salvar vidas, atender a las familias afectadas y mitigar los impactos a su economía, por lo que este es un llamado que, por la gravedad de la situación, debe ser atendido con urgencia.