Esta semana en Honduras se registraron dos informaciones que en medio de la alta conflictividad político y social pasaron casi desapercibidas.
Se trata de la llegada a Roatán, Islas de la Bahía, del vuelo inaugural de la compañía WestJet, que cubrirá la ruta Roatán-Toronto-Roatán hasta el 26 de abril de 2020, cuando finaliza la temporada de invierno en Canadá, y de la posterior certificación internacional del aeropuerto de la isla, Juan Manuel Gálvez.
Con esa certificación Honduras logra ponerse a la cabeza de sus pares centroamericanos, al ser el único país de la región que cuenta con dos aeropuertos certificados internacionalmente (el de San Pedro Sula fue el primero), lo que sin duda es un gran impulso a la actividad turística y a los planes del país de posicionarse como uno de los principales destinos del continente.
No hay que olvidar que la actividad del turismo es una de las principales fuentes de captación de divisas y generadora de empleos.
En 2018, el Banco Central de Honduras (BCH) reportó 736.2 millones de dólares en divisas por este rubro y hasta junio de este año registraba la captación de 404 millones. Se estima que el sector aporta más de 20,000 empleos al mercado laboral.
Los buenos resultados en el sector han animado a las autoridades a buscar acercamientos con representantes de las líneas aéreas internacionales en el caso que no lo hagan todavía, o incrementen sus frecuencias de vuelo, principalmente a la isla de Roatán. Hace un par de años, se firmó un acuerdo con la linea aérea española Air Europa, un experimento exitoso que ha llevado a incrementar la frecuencia de vuelos entre el viejo continente y nuestro país.
Por eso el anuncio de la llegada de la compañía canadiense WestJet es una buena noticia en estos tiempos en los que, en el campo económico, se habla de disminución de los índices de crecimiento económico y de sus impactos en la sociedad.