Editorial

Otra vez... ¡urge el diálogo!

El coordinador residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Honduras, Igor Garafulic, ha puesto una vez más el dedo sobre la llaga al exponer que “se está poniendo en riesgo el próximo proceso electoral”.

El diplomático, que llegó al país hace poco más de un año para liderar un diálogo político con el propósito de buscar acuerdos que ayudaran a salir de la crisis en la que está atollado, ha advertido que si no se hacen las reformas se está poniendo en riesgo el próximo proceso electoral.

Y cuánta razón tiene. Honduras demanda que los congresistas, que son los únicos que por mandato constitucional pueden crear y reformar leyes, asuman su papel y de manera responsable procedan a discutir y aprobar la nueva legislación electoral.

Es su responsabilidad hacer un alto y dejar de lado los caprichos personales y de partidos para pensar en el bien común. No es cuestión de nombrar en los cargos a quien yo quiero nombrar. Lo que urge es que se sienten a dialogar y consensuar las nuevas reglas del juego electoral.

Garafulic lo tiene claro y los diputados de todos los grupos representados en la Cámara Legislativa deben tenerlo también: “Si se siguen ocupando las mismas reglas, en 2021 todo indica que la situación va a empeorar”.

A los líderes políticos no se les tiene que decir, porque bien lo saben, que la crisis política arrastra al país a la inmovilidad de su economía, a que se frenen las inversiones y se cierren las oportunidades laborales; así mismo a que los índices de violencia, delincuencia e inseguridad ciudadana se disparen. Más de seis millones de hondureños que viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema no piden mucho. Solamente quieren que se abran oportunidades de trabajo para enfrentar sus necesidades básicas, pero eso no se logrará mientras Honduras siga confrontada.

Las palabras de Garafulic, antes de su salida para asumir un cargo similar en Perú, no deben caer en saco roto. Él hizo un buen trabajo, sentó a las partes en conflicto en una mesa para comenzar a definir la ruta al fin de la crisis. Ese trabajo tiene que continuar.