La presidenta del CNE, Cossette López-Osorio, escribió en sus redes sociales: “Fingiendo una subordinación que nunca ha existido y siguiendo con una coordinación que nunca ha dejado de existir, hoy el alto mando de las Fuerzas Armadas se reunió con un expresidente y una candidata y decidieron sustituir los informes que ya existían, donde se señalaban responsables militares, por nuevas versiones donde se señala solo al CNE por lo del 9 de marzo.
Dejo constancia y que lo sepa todo el pueblo hondureño”. Grave denuncia de la consejera presidenta, que como era de esperarse causa incertidumbre alrededor de los intereses que estarían moviéndose al más alto nivel político para empañar el proceso electoral interno del 9 de marzo, librar de responsabilidad a los miembros de las Fuerzas Armadas, que constitucionalmente estaban obligados a resguardar el proceso para su transparencia.
Tal como lo propone el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), es fundamental que las investigaciones lleven a los responsables y se actúe con firmeza ante cualquier irregularidad, así como garantizar un escrutinio final en el que prevalezca la transparencia y el irrestricto respeto a la voluntad popular.
Todo pasa por respetar la institucionalidad establecida y aprender de los errores cometidos para asegurar que estos hechos u otros no se cometerán en las elecciones generales del próximo mes de noviembre. Ello es vital para la gobernabilidad y avance en el sistema democrático del país.
Actuar con responsabilidad y en consonancia con el civismo manifestado en las urnas por la sociedad hondureña en las elecciones pasadas para el respeto de la institucionalidad, la Constitución y sus leyes, debe ser el propósito de todos los actores con miras a las elecciones generales, sin conspiraciones ni sobresalto alguno.