Editorial

Satisfacción colectiva

La Selección Sub 20 de fútbol ha logrado clasificar al Mundial a realizarse en Corea del Sur, algo que es motivo de satisfacción popular.

De esta manera este grupo de muchachos, dirigidos por un competente equipo técnico, lleva una merecida dosis de alegría a millones de compatriotas que siguieron paso a paso su desenvolvimiento dentro del terreno de juego, actuando con entrega, calidad e inteligencia.

Por séptima ocasión, en esa categoría, estaremos presentes en la más importante competencia futbolística. Esperamos que el pundonor hasta ahora demostrado sea igual o mejor durante su desempeño en la península coreana y que su destacada actuación sirva de aliciente para la Selección Mayor, a fin que también pueda estar presente en Rusia.

Vivimos tiempos caracterizados por la angustia, el miedo, la incertidumbre, provocados tanto por la ola delincuencial como por la crisis económica, social y moral que provoca depresión, fatalismo, desesperanza, por lo que cuando se logra algo positivo, tanto en el plano individual como colectivo, nos levanta el ánimo, dejando atrás complejos de inferioridad, frustración y baja estima, concluyendo que es factible, en base al trabajo planificado, el tesón, la disciplina, alcanzar metas que al inicio nos parecían inalcanzables.

Para valorar en su justa dimensión lo alcanzado por estos muchachos, aún adolescentes, téngase en cuenta que casi todos proceden de estratos humildes, debiendo combinar la práctica atlética con el estudio académico, ya que desde ahora deben prepararse adecuadamente una vez que su ciclo deportivo concluya.

Adicionalmente, las instalaciones en donde realizan sus prácticas no siempre son óptimas, como tampoco el nivel de fogueos que deberían realizar periódicamente. Y aun así, han logrado sobresalir, como conjunto y como individuos, comportándose caballerosamente dentro y fuera de la cancha.

Por todo ello, sus compatriotas les otorgan las gracias, diciéndoles: ¡Misión cumplida!, continúen llevando de igual forma el pabellón y el Himno Nacional en las competencias que se avecinan. La H juvenil nos dice: ¡Sí se puede!