Opinión

El comisionado de Derechos Humanos

Ahora que van a elegir al nuevo Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), los diputados debieran seleccionar a una persona íntegra, librepensadora, que no responda a intereses políticos o ideológicos, que tenga bien claro su papel ante la sociedad, que no sea un chambero y que sea absolutamente independiente sin prejuicios religiosos ni sectarismo de ningún tipo.

Hay dos de los candidatos por lo que yo nunca votaría para comisionado nacional de los Derechos Humanos: el que está en el cargo hoy y el que lo sustituyó a él en el Codeh.

El primero porque ya estuvo, no hizo nada extraordinario y tomó partido por una de las partes en el conflicto de 2009.

El otro peor, porque aquel se convirtió en un verdadero activista a favor de una de las dos partes en conflicto. Y para colmo no intenta siquiera ocultar sus ambiciones políticas y sus acomodos, ya que hasta fue candidato presidencial en las pasadas elecciones.

El comisionado nacional debe ser un auténtico defensor de los derechos humanos, no solo para defender a los que están en la línea de su pensamiento si no de todos, sin distingos de ninguna clase.

Y es que, aunque a algunos retrógrados no les gusta, la verdad es que hasta los peores delincuentes tienen derechos humanos y deben respetárseles.

Otra cosa son las autoridades, quienes tienen poder, los que violan los derechos humanos. Así es que alguien alineado con quien está en el poder no puede ser un buen defensor de los derechos humanos.

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