Sr. Director:
¡Vaya mi admiración para el Presidente de Ecuador, el socialista Rafael Correa!, un referente en lo que a la defensa de la vida de los niños no nacidos se trata. Pasará a la historia entre los políticos honrados y valientes que han apostado con sinceridad por los derechos humanos.
Hoy hacen falta políticos de esa guisa, ante tanta agresividad de otros de izquierda que han hecho del aborto su bandera y tanta frivolidad de políticos acomplejados de la derecha, a los que les tiembla el pulso cuando se trata de defender al más débil, el niño no nacido. ¿Será porque éste todavía no vota y el aborto es un negocio?
Ante la escalada del abominable crimen del aborto, que querían colarlo también en Ecuador, el presidente Correa ha respondido con rotundidad: ”¡Yo jamás aprobaré la despenalización del aborto!”. Como el rey Balduino, estuvo dispuesto a renunciar a su cargo antes que manchar de sangre inocente su alma y sus manos. Afortunadamente, Correa ganó el debate. Ojalá escucharan todos los políticos al papa Francisco, que dijo: “mantengamos vivo el respeto por la vida humana...; cada niño que no ha nacido, pero que ha sido injustamente condenado al aborto, tiene el rostro del Señor que, incluso antes de nacer y luego apenas nacido, experimentó el rechazo del mundo...”