La Educación en Honduras requiere de una limpieza desde hace años.
Algunos dirigentes magisteriales son expertos en quema de llantas y en gozar de licencias remuneradas; pero dar clase a un grupo de niños ni pueden ni quieren porque, además, es algo que se debe hacer “a diario”, y trabajar todos los días no es para vividores.
La medida tomada por el Ministro Marlon Escoto de despedir a quien no quiere devengar el sueldo (como Eulogio Chávez), merece todo el reconocimiento y apoyo de los hondureños que amamos Honduras.
Confiamos en que el procedimiento haya sido el correcto para evitar que después, por un error legal cometido, reintegren a quienes solo cobran cheques sin trabajar.