Para discernir -de forma apropiada- sobre la posibilidad de creación de la primera universidad intercultural en Honduras, es necesario auxiliarse de un mapa de tipología de universidades. Por ello, grafico a mi entender tal escenario: La Ley de Educación Superior (en adelante LES) da la potestad a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), a través del Consejo de Educación Superior (CES), de aprobar la creación de centros del nivel de educación superior, y las categorías de clasificación de estos centros son públicos y privados (art. 17). De ahí, en Honduras, se sabe que existen 20 universidades: de ellas seis universidades públicas y 14 universidades privadas. No son tenidas en cuenta consideraciones y/o divisiones de interculturalidad (IIES) o convencionalidad (IES). En todo caso, todas son universidades convencionales.
En el seccionamiento del mapa de universidades hondureñas, se identifican al menos las siguientes divisiones: a.- Tipo de institución; b.- Enfoque religioso institucional; c.- Disposición institucional de atención al sesarrollo; d.- Temáticas, especialización y/o campos de aplicación. La UNAH es una universidad pública, laica, con atención al desarrollo humano sostenible en todos los campos de la ciencia.
Con relación al tipo de institución, ya se ha indicado la conformación. Se agrega que algunas universidades públicas nacieron como escuelas e institutos (aunque facultados para el nivel de educación superior), que luego, en un proceso de maduración institucional, se han convertido a universidades. En el caso de las primeras universidades privadas, nacieron por un precepto de ley bajo la tutela de una institución sin fines de lucro, que luego -de hecho- fueron forzando su transición y/o aceptación plena como universidades privadas. Lo atinente a la condición socioeconómica pareciera dictar la selección entre un centro universitario público o privado, aunque no necesariamente: se observa que a las universidades privadas ingresa un grupo importante de jóvenes empleados que costean sus estudios, sobre todo en el nivel de maestría; asimismo, jóvenes de alta condición económica también pueden ser atraídos por la oferta de las universidades públicas e ingresar a las mismas.
Sobre el enfoque religioso institucional, existen universidades laicas, universidades de afiliación religiosa y otras para las cuales lo religioso no es criterio de definición. La LES no permite discriminación de ninguna forma, teniendo acceso libre de estudiantes de cualquier credo religioso a las universidades: Art. 4. Principios de la LES: '…carácter democrático, de ingreso a la educación superior, sin discriminación por raza, credo, ideología, sexo, edad, condición social'.
Ni en la tipología de instituciones públicas y privadas, ni en lo referido al enfoque religioso institucional se advierte el tratamiento de las nociones de interculturalidad. Aunque tampoco de discriminación. Hay apertura para blancos, mestizos, indígenas, afrodescendientes; en un esquema de normas académicas, institucionales y culturales generales. No se prevén medidas afirmativas o de discriminación positiva. Todo se rige por un entendimiento muy general de la cultura, sin reconocimiento de la diversidad cultural, multiculturalidad e interculturalidad: los artículos 3 y 7 de la LES asumen una responsabilidad imprecisa con relación a la 'difusión general de la cultura' (imprecisa no en su intención o voluntad, pero sí en la no especificación concreta de roles). Del enfoque religioso institucional, lo único que deriva es que además del Estado, y los privados, también la iglesia es un ofertante (indirecto) de educación universitaria.
Se reitera que la interculturalidad es una práctica incipiente y no generalizada. Tal situación no está reñida con la LES, aunque sí con la condición de vida de comunidades indígenas y afrodescendientes excluidas. La LES exige varios elementos, pero ninguno relacionado con enfoques interculturales: proyecto de estatuto; estudio económico-financiero; listado de personal docente e instalaciones físicas mínimas.
Con base a la tercer tipología de centros del nivel de educación superior 'Disposición institucional de atención al desarrollo' se configuran dos grandes bloques: instituciones universitarias que promueven el desarrollo humano sostenible; y otras que promueven el emprendedurismo, lo tecnológico, al servicio del mercado y tendencias globalizantes. Existen variantes, tales como el desarrollo educativo (UPNFM-UNAH) y el desarrollo rural sostenible (CURLA, ESNACIFOR, EAP, UNA). Siempre queda al margen el abordaje de la interculturalidad.
Resta por saber a qué refiere la tipología universitaria por temáticas, especialización y/o campos de aplicación. Solamente la UNAH es una universidad general o que aborda todos los campos de las ciencias, a través de las cuales contribuye al desarrollo socioeconómico y desarrollo humano sostenible del país. Las demás universidades son especializadas en algún área temática: técnica, tecnológica-administrativa, pedagógica, defensa y policial y agroforestal.
Todo lo anterior vislumbra un escenario de retos para el nivel de educación superior; en razón de que ninguna de las tipologías institucionales esbozadas aborda una preocupación integral por la interculturalidad. Conozcamos a continuación cuatro retos principales del enfoque de interculturalidad:
El reto primario es la inserción del enfoque de interculturalidad en todo el nivel de educación superior. Basado en las experiencias latinoamericanas de Instituciones Interculturales de Educación Superior (IIES), deben abrirse, generarse y consolidarse espacios de discusión sobre: enfoque de discriminación positiva; reafirmación de diferencias; etnoeducación; epistemologías diversas; experiencias pedagógicas interculturales; y diversidad cultural.
Un segundo reto es la consolidación de estrategias de cultura y desarrollo, desde las universidades públicas y privadas, en consonancia con los Consejos Regionales de Cultura y los Consejos Regionales de Desarrollo, en el marco del Plan de Nación (rol importante le corresponde a los centros regionales de la UNAH). Orienta este reto la conclusión de que la difusión científica, creativa y cultural ha quedado restringida a eventos culturales, sin trascender a resultados de producto, efectos e impactos en el desarrollo local y nacional. Aunque las universidades muestran evidencias de proyectos y acciones culturales, ninguna ha llegado a la inserción de los saberes y el conocimiento local de las comunidades indígenas y afrodescendientes en el currículo educativo. En el caso de la UNAH, UPNFM y Universidad Nacional de Agricultura, que tienen organizaciones de estudiantes indígenas y afrodescendientes, deben implementar acciones afirmativas a favor de una verdadera inclusión universitaria.
El reto número tres exige la conversión de centros universitarios convencionales a centros universitarios interculturales. Mientras no haya condiciones para la creación de universidades interculturales, la conversión intercultural es una estrategia apropiada.
El cuarto y más complejo reto es la creación de universidades interculturales. Antes, deberían pasar varias cosas: a.- La comunidad afrodescendiente debe exigir una universidad intercultural; presentar el proyecto de universidad, un plan y capacidad de gestión de la misma. b.- El Estado debe apoyar la iniciativa, con expresa disposición de recursos. c.- El Consejo de Educación Superior debe priorizar y hacer gestión de oficio para la apertura de una universidad intercultural. d.- La UNAH y otras universidades del país deben estar anuentes a tutelar un proyecto de creación de universidad intercultural.
En medio de un proceso complejo, que obliga reposicionamiento, no todo se cierne desfavorable. La UNAH ha despuntado en asumir los retos del enfoque de la interculturalidad, anunciando el pasado mes de agosto en el seno de la Cumbre Mundial de Afrodescendientes (La Ceiba, CURLA, Honduras) la creación de un instituto de investigaciones sobre afrodescendencia. Todo indica que la UNAH va hacia la conversión intercultural. En los puntos 21 y 22, los resultados y Declaración de la Cumbre exigen: que las universidades y unidades de investigación produzcan y diseminen la historia general de África y la historia del desarrollo cultural; que las mismas deben crear cátedras, especialidades, programas académicos y proyectos de investigación que informen y acompañen los objetivos de esta Declaración.
Como respuesta inmediata, la UNAH se propone las siguientes acciones, mismas que son parte sustantiva del Plan de Acción de la Cumbre, quedando contenidas de forma expresa en el documento oficial (puntos 12, 13 y 14, respectivamente):
1. Apoyar de manera decidida la iniciativa de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras de desarrollar los estudios sobre afrodescendencia y la creación de un instituto de investigaciones sobre afrodescendencia, así como promover la movilidad académica internacional mediante pasantías e intercambio de profesores y estudiantes afrodescendientes. De la misma manera los participantes en esta Cumbre asumimos el apoyo a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras para que desarrolle programas de estudio, incluyendo programas de grado y postgrado sobre afrodescendencia y que se sitúe en condiciones de liderazgo en esta área de conocimiento.
2. Fomentar el acceso de la juventud, profesionales, docentes e investigadores afrodescendientes al sistema universitario.
3. Apoyar de manera decidida a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, demandando que se le confieran los poderes y los recursos financieros necesarios para cumplir con su misión de impartir educación de calidad y accesible a todos los sectores sociales, y llevar a cabo las investigaciones que acompañen e informen los objetivos de esta Primera Cumbre Mundial de Afrodescendientes.
Finalmente, la Ley Fundamental de Educación (por aprobarse), debe abandonar la educación monocultural y adoptar la educación intercultural. El nuevo paradigma educativo debe desenvolverse en un contexto multicultural. Lástima que la Cumbre de Afrodescendientes no anotó en su Declaración y Plan la necesidad expresa de una universidad intercultural. ¿Cuánto le interesa la interculturalidad a la discusión de poder en torno de la Rectoría del Nivel de Educación Superior? Para saber más: consultar a Alta Hooker y Sylvia Schmelkes (UNESCO-IESALC).