Opinión

Un buen gobierno universitario

Un ejemplo de buen gobierno es el que ha dado la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Dra. Julieta Castellanos, al lograr la eficiencia administrativa y financiera del alma máter.

Su capacidad de liderazgo, sin duda, ha influido en la conducción de la institución, sin desconocer el buen equipo que conformó para el logro de tantos objetivos propuestos. Vemos en la actualidad una Universidad remozada, con trascendentales inversiones en infraestructura, desde obras pequeñas como el arreglo de los sanitarios hasta la construcción de edificaciones importantes como el Consultorio Jurídico Gratuito, el complejo deportivo, el próximo edificio administrativo, el muro perimetral, la piscina olímpica, etc.

El proceso de certificación de carreras, que comenzó con la Junta de Transición, ha continuado su curso, en algunas carreras más lento que otras, pero lo importante es que continúa. En el campo de la investigación científica se han trazado rutas claras por la Dirección de Investigación Científica, volviéndose un eje fundamental para los propósitos universitarios; sus logros son importantes, desde procesos de capacitación hasta llegar al campo práctico de la investigación; una universidad que no hace investigación, no estimula la actividad intelectual creadora de sus alumnos y docentes.

La proyección de la señora rectora hacia la sociedad ha sido de vital importancia, ha dejado sentir su voz en temas trascendentales como rectora universitaria, adoptando una posición institucional, y cuando opina de manera personal. Definitivamente el apoyo del gobierno central ha sido fundamental para el éxito alcanzado, y diría que es de los pocos éxitos que este gobierno tiene, quizás el único. Lo bueno es que ha logrado desmarcarse.

En el proceso de reclasificación de docentes hay un aspecto que merece crítica, si bien no depende estrictamente de ella, es importante mencionarlo por ser parte importante en el desarrollo y promoción del recurso humano universitario; existe un embudo que proviene de la señora secretaria de Carrera Docente, según informe de nuestro representante del Claustro de Derecho, esta persona, o no asiste a la Junta o simplemente no firma los oficios de reclasificación, lo que implica que no pueden ser conocidos por el Consejo Universitario. Esto va en detrimento de los derechos de los docentes que aspiran a una reclasificación.

Por lo demás solo resta reconocer a la rectora Castellanos el trabajo tesonero, valiente, transparente y basado en el compromiso con la institución. Necesitamos personas como ella para enrumbar al país, alguien que tenga ganas de trabajar y que sepa hacerlo, con compromiso y liderazgo demostrado, que transpire amor por Honduras.

Aunque muchos se han encumbrado en el poder y se han mareado, esperamos que la rectora Castellanos siga manteniendo los pies sobre la tierra, ha hecho una excelente gestión. Es de las pocas cosas positivas de un país deteriorado, deshumanizado y anarquizado.