TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La nueva tarjeta de identidad estará lista para finales del próximo año o comienzos del 2020 de forma que la población hondureña podrá ejercer el sufragio en las elecciones primarias, según estimaciones de la Junta Interventora que recién acaba de tomar posesión de las actividades técnicas y administrativas del Registro Nacional de las Personas (RNP).
La elaboración de este documento representa una de las transformaciones que pretenden hacer Rolando Kattán, Óscar Rivera y Norman Roy Hernández, quienes sustituyeron a Miguel Villeda, Gerardo Martínez y Carlos H. Romero, los que renunciaron a sus cargos a solicitud del Congreso Nacional. “Calculamos que en un año estará el enrolamiento, que es ir al campo a recoger la situación del censo y posteriormente la emisión del documento”, dijo Rivera, miembro del partido Libertad y Refundación (Libre).
Dijo que en coordinación con Kattán y Hernández están estudiando la posibilidad de comenzar a fabricar la tarjeta meses antes de que termine la labor de enrolamiento, es decir, la actualización de datos por parte de la ciudadanía.
La próxima semana la Junta Interventora acudirá al Congreso Nacional para coordinar “cuáles son las opciones y de esta manera determinar una ruta para el inicio de una de las transformaciones que esta Junta Interventora estará desarrollando”, según Rivera.
Licitación
La licitación internacional para impulsar este millonario proyecto será una realidad para darle transparencia al proceso que tendrá, además, una veeduría social, dijo el vicepresidente del Congreso Nacional, el nacionalista Antonio Rivera. “Yo creo que en 18 meses a partir de que se publique la licitación debe estar la nueva tarjeta de identidad”, estimó el político.
El proyecto tendrá un costo de unos 50 millones de dólares (1,200 millones de lempiras) y con él se pretende identificar a 6.1 millones de hondureños mayores de 18 años y 2.4 millones de niños entre los 5 y 17 años.