TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es tema de debate en el mundo actual. Estudiosos de la medicina, psiquiatría y licenciados en educación temprana tienen sus propias teorías sobre este desorden que afecta a miles de niños alrededor del mundo.
Esta afección se muestra con alteraciones en el mantenimiento de la atención o una excesiva actividad motora y una marcada impulsividad. Algunos erróneamente creen que los niños que lo padecen son menos inteligentes que quienes no, sin embargo, no es así.
“Los niños con déficit de atención tienen un nivel de inteligencia más avanzado que el de cualquier otro niño”, dijo la doctora Yolani Vásquez, científica del Instituto Hondureño de Ciencia, Tecnología e Innovación (Ihcieti). “Para mí no existe el déficit de atención, solo se trata de una excusa de las casas farmacéuticas para poder vender sus medicamentos”, agregó.
Creadores de un programa piloto
Vásquez junto a su esposo, el neurocirujano Félix Herrera, y otro equipo de profesionales de la ingeniería del Ihcieti, en mayo comenzaron a realizar diversos estudios que los llevaron a crear el programa “Pensamiento creativo”, con el que han llegado a la conclusión de que no existe tal déficit y que más bien la deficiencia se encuentra en el sistema educativo que no está preparado para atender a niños con alto nivel de inteligencia que supera al resto de su clase y a sus mismos docentes.
¿En qué se basa el programa?
En una serie de juegos que estimulan los conocimientos de los niños, permitiéndoles ser libres y usar su imaginación para explotar su intelecto.
Se desarrolla mediante un taller en el que los menores realizan desafíos con rompecabezas, juegos de concentración mental o el uso de circuitos, entre otros. “Con estos juegos nos damos cuenta de que los niños sí logran concentrarse, porque pasan alrededor de cuatro horas desarrollando las destrezas que no estimulan en sus centros educativos, porque muchos docentes no tienen la paciencia necesaria para lidiar con estos niños”, mencionó Herrera.
Pero... ¿qué los motivó a crear el programa? Los doctores Yolani Vásquez y Félix Herrera vivieron en carne propia el diagnóstico de déficit de atención en una de sus niñas, quien ahora tiene siete años y nació de ocho meses; a partir de ahí el neurocirujano supo que su hija venía con cierto retraso porque no pudo completar el período de gestación en su madre.
Vásquez comentó que juntos trabajaron con la niña para nivelar su intelecto con el de otros bebés que sí completan el período de gestación. “Comenzamos a leer artículos y nos instruimos sobre el tema y las actividades que estimulan a los niños”, recordó.
Luego intentaron con los medicamentos, sin embargo, tuvieron una amarga experiencia. “Notamos que la niña pasaba tan adormecida y sedada que ni siquiera podía coordinar sus pensamientos, no podía ni encender una tablet, nos preocupamos y fue eso lo que nos llevó a investigar sobre este trastorno”, detalló.
A partir de ello comenzaron a practicar el “pensamiento creativo” en su niña, con lo que lograron ver una evolución y constataron que estaban engañados y que un niño con las condiciones de su hija no necesita de fármacos para mantener la quietud y la atención.
“Ellos lo que en realidad necesitan es que sus padres les presten atención y les ayuden a explorar sus capacidades, el sistema educativo también necesita más áreas interactivas en las que niños con este perfil puedan adaptarse y no sentirse menos que los demás”, apuntó Vásquez.
En el programa actualmente tienen a cuatro niños que han logrado canalizar su inteligencia a través de las actividades que se realizan en el centro.
Estimulación cognitiva
En Tegucigalpa existen centros dedicados a la estimulación cognitiva en los que se prestan servicios de guardería a cargo de docentes formados y, sobre todo, con la experiencia de trabajar con ciertas deficiencias. Entre ellos Neurokids, un centro de estimulación temprana que se fundó en abril del presente año con el fin de brindar un espacio lúdico-educativo en el que los niños desarrollen al máximo sus habilidades cognitivas en función de destrezas neuromotoras, sensoriales, lingüísticas y socio-emocionales.
La licenciada en educación temprana Dary Casco es la directora del centro donde se atiende a niños con algunos déficits; además se trabaja en el área de psicopedagogía, en esta se realiza la evaluación, diagnóstico e intervención en los menores que presentan falencias cognitivas. También integran la neuropsicología, que tiene que ver con los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nervioso central causan en los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual.
En el centro los niños tienen contacto con la naturaleza como herramienta de aprendizaje sensorial. También hacen uso de la sala multisensorial, en la que ofrecen todo un conjunto de sensaciones y estímulos específicos a niños y jóvenes con deficiencias
