TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es una de las cinco Repúblicas que conforman Centroamérica y aunque tiene 3,603 kilómetros cuadrados menos de extensión territorial en relación con Honduras, posee indicadores económicos similares y otros que se encuentran muy por debajo. La migración en búsqueda de oportunidades al igual que mejores condiciones de vida es una realidad compartida así como la delincuencia, inseguridad, corrupción e impunidad.
Pese a esta situación, el país que colinda al oeste con el territorio hondureño será el lugar donde los migrantes catrachos deberán solicitar asilo previo a poder ingresar a los Estados Unidos en condición de refugiados a través del acuerdo de “tercer país seguro”.
Este convenio se refiere a un arreglo bilateral que le permite a una nación (en este caso EE UU) reenviar a otro país (Guatemala) a los solicitantes de refugio que lleguen a su territorio por considerar que este es seguro para aquellos migrantes que piden asilo y se basa en los principios de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.
El viernes pasado, funcionarios de ambas naciones firmaron este pacto tildado como de “cooperación” en la Oficina Oval de la Casa Blanca y bajo la presencia del mandatario Donald Trump, quien ha venido presionando a gobernantes centroamericanos para que se reduzca la migración irregular desde sus lugares de origen.
En 2002, la potencia mundial suscribió un acuerdo de este tipo con Canadá.
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Según expertos en materia migratoria, este convenio no permitirá que los peticionarios de asilo se conviertan en candidatos a recibir refugio de la nación estadounidense si pasan por Guatemala y no solicitaron primero la protección en ese país. Para aliviar la presión del sistema migratorio de los EE UU, sus autoridades podrán regresar a los migrantes provenientes de Honduras o El Salvador a suelo guatemalteco, conforme a lo estipulado en el arreglo. Además, esta medida bloquearía a todos aquellos extranjeros que buscan solicitar asilo en la nación del norte de América y que provienen de otras partes del mundo, quienes realizan su travesía vía terrestre a través de la nación de CA hacia la tierra del sueño americano. Ni los solicitantes guatemaltecos ni tampoco los mexicanos se verán afectados con este arreglo.
Una vez que el pacto de “tercer país seguro” entre en vigencia no solo podría afectar el acuerdo regional de procedimientos migratorios más conocido como CA-4, sino que incentivará aún más las redes de trata de personas mediante puntos ciegos.
Cambio y repercusión
“El tratado lo que hace es permitir la libre movilidad entre países de Centroamérica y que al generar esto del tercer país seguro va a producir una situación violatoria o necesaria de cambio; habrá una repercusión, donde se pueden poner políticas más restrictivas desde Guatemala hasta México”, mencionó a EL HERALDO la secretaria ejecutiva del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (Fonamih), Karen Valladares.
Agregó que “ellos (refiriéndose a migrantes) van a buscar otras estrategias para movilizarse, otros caminos que quizás no habían identificado y esto quiérase o no coloca en una situación de mayor vulnerabilidad por lo que conlleva la ruta migratoria que está llena de tráfico, trata de personas y violencia”. Entre tanto, el analista en asuntos internacionales, Graco Pérez indicó a EL HERALDO que ya con este arreglo en vigor se pedirán más requisitos como parte del convenio centroamericano de libre movilidad entre Guatemala, El Salvador y Honduras, naciones que componen el denominado Triángulo Norte de Centroamérica.
El tiempo de permanencia en suelo guatemalteco, el objeto del viaje, cuánto dinero lleva y a dónde se va a quedar podrían ser algunas de las interrogantes que se le formulen a los catrachos o guanacos que transiten por esa nación, puntualizó. El también experto en Derecho Internacional sostuvo que “en el caso de los adultos lo que van a hacer es pedir más requisitos y restringir así el tiempo migratorio, la permanencia en territorio guatemalteco”.
A mediados de 2006 se suscribió el acuerdo regional de procedimientos migratorios CA-4 para la extensión de la visa única centroamericana por Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Este convenio establece la libre movilidad entre los ciudadanos de estas cuatro naciones sin restricciones únicamente presentando su tarjeta de identidad.
Sin embargo, la Dirección Nacional de Migración y Extranjería de Nicaragua estableció un procedimiento de entrada a ese país a través del llenado de un formulario con siete días de antelación, previo a realizar el viaje. De su lado, el especialista en temas concernientes a migración, Ricardo Puerta, catalogó este pacto como algo chueco, es decir torcido, el cual tendrá impacto para Honduras. “Trump lo que quiere hacer es tratar el tema migratorio como un problema regional, pero sin que la región se una contra él”, destacó.
EL HERALDO intentó conocer la postura y consideraciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional sobre esta temática, pero no obtuvo respuesta del canciller ni de la vicecanciller.
Uno de los funcionarios de esta institución del Estado informó a este rotativo que no hay un pronunciamiento al respecto porque desconocen en qué consiste el arreglo suscrito entre Guatemala y EE UU.
“Tienen que trabajar en los diferentes escenarios y acercarse con las otras cancillerías a ver qué es lo que se puede hacer en forma conjunta; hay un espacio de tiempo en el que Honduras puede hacer un tipo de ley y estudiar el documento que va a ser aprobado”, sugirió Pérez.