TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Velocidad, acrobacias, saltos elevados en el aire y sobre obstáculos forman parte de las actividades en las que se entretiene un niño de 11 años de edad, cuyo juguete favorito es la motocicleta.
A su corta edad, Alessandro Alonzo desafía cada fin de semana el temor y las leyes de la gravedad saltando a varios metros del suelo para practicar el deporte del motocross.
El pequeño motociclista, que cursa el sexto grado, corre a alta velocidad en pistas de tierra llenas de obstáculos como troncos, llantas, curvas y pendientes pronunciadas.
“Yo le compré una moto a los cuatro años para que anduviera paseando en la casa y ya cuando tenía cinco años nos incluimos a lo que es el motocross de Honduras, yo lo inicié a él porque siempre me ha gustado ese deporte”, contó el orgulloso padre de Alessandro, Melvin Alonzo.
Actualmente, el menor de 11 años es el campeón infantil del Club de Motocross de Honduras. Ha participado en diferentes competencias en pistas en el territorio nacional, su entrega y dedicación lo ha llevado a obtener más de 60 trofeos, premios y medallas. En el club hay unos 40 menores que practican y compiten entre sí por categorías, así como unos 120 adultos.
Ellos corren en 10 pistas de las ciudades de La Ceiba, Danlí, Juticalpa, Choluteca, Catacamas, San Pedro Sula y Tegucigalpa, entre otras. Al año se realizan 10 competencias, una al mes, y al finalizar el corredor que obtenga más puntos en las carreras se convierte en el campeón.
Campeón
En seis años de competir a nivel profesional, Alessandro ha obtenido el campeonato anual en cuatro ocasiones y este año también buscará conseguir el título.
“Una de las mejores experiencias es el ambiente donde todos estamos con la familia, no hay ningún tipo de vicios, y hay una gran unión entre todos los compañeros, todos somos una sola familia que nos apoyamos”, comentó el señor. Sin embargo, en Honduras practicar motocross no es accesible por el elevado costo de los equipos e implementos y la organización de eventos, además de la falta de apoyo.
Usar una motocicleta es complejo y riesgoso, pero este campeón no se limita ante el peligro. “Ya ha tenido accidentes, el año pasado en La Ceiba sufrió uno en una competencia, estuvo siete días hospitalizado por un desgarre muscular de 12 centímetros en el músculo inferior de su pierna y ha tenido caídas, raspones, el deporte es muy riesgoso, pero nosotros utilizamos todas las medidas de precaución”, dijo el padre.
Alessandro practica un promedio de tres horas los sábados y cinco horas los domingos en la pista La Lomita, ubicada en la salida a Valle de Ángeles, frente a la colonia El Sitio de la capital. Cuando no está en la pista, es un estudiante aplicado, humilde y responsable.
Entre las acrobacias que a Alessandro le gusta hacer está el caballito, es decir, elevarse hacia atrás con su motocicleta en una sola rueda. Al transcurrir cada vuelta por la pista de tierra, el niño voltea a ver a su padre y le hace una señal con el pulgar arriba para indicarle que todo está bien.
“Los más nerviosos somos los padres porque los niños disfrutan la adrenalina, pero nosotros vemos el riesgo, por eso es que los traemos a practicar bastante para minimizar los percances, estoy muy orgulloso de mi hijo porque es un deporte atrevido y extremo, no todos tienen el valor de estar en este tipo de deporte”, aseguró Melvin. El niño dijo a EL HERALDO que quiere seguirse preparando para competir en otras ligas y en otros países.
“Se siente bastante adrenalina, temor y nervios antes de comenzar a correr y escuchar esas motos, el motocross es muy importante en mi vida, también quiero competir a nivel internacional”, contó el pequeño.
El cierre del campeonato de motocross será el 30 de noviembre y 1 de diciembre, a partir de las 8:00 de la mañana en la pista La Lomita de la capital y es para todo público.