FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.- Construido con la finalidad de rehabilitar a los privados de libertad acusados de delitos menores, el
Centro Penitenciario Siria de El Porvenir, Francisco Morazán, pasó de ser una cárcel de mínima seguridad a un centro para privados de mediana y máxima seguridad.
La cárcel de Siria fue construida en el kilómetro 39 que conduce a la aldea Tumba Hoya, El Porvenir y fue inaugurada el 12 de febrero del 2015.
En primera instancia se manejó que quienes ocuparían las celdas serían reos acusados de delitos menores a quienes se les daría una oportunidad de rehacer sus vidas y ser útiles a la sociedad, para lo que instalaron cuatro talleres técnicos para aprender oficios.
Esta disposición cambió mediante el oficio No. INP-DN-708-2015 publicada en el diario oficial La Gaceta el 27 de enero de 2016 donde se determinó que el “Centro Penitenciario de Siria” funcionaría bajo los regímenes mínima, media y máxima seguridad.
La cárcel posee una capacidad para albergar a 2,000 privados de libertad ubicados en 20 módulos distribuidos en 11 manzanas de terreno.
Hace apenas unas semanas fue inaugurado el módulo de máxima seguridad “La Leonera”, construido para albergar a los privados de libertad de máxima seguridad.
En total en el “Centro Penitenciario de Siria” hay 1,674 privados de libertad incluyendo los 42 reos trasladados el pasado 10 de diciembre a “La Leonera”, de los cuales 30 llegaron desde la Penitenciaría Nacional en Támara, Francisco Morazán, nueve del penal de Choluteca, uno desde la cárcel de Tela, Atlántida y otro desde “El Pozo I” de Ilama, Santa Bárbara.
La cárcel fue construida a un costo de 120 millones de lempiras si se toma en cuenta la construcción de los módulos de máxima seguridad.
El centro penitenciario tiene un espacio para recepción, una bodega, un comedor para personal administrativo, una oficina de administración, dos módulos especiales para visitas, dos comedores con cocinas para detenidos y dos clínicas de enfermería.
La cárcel de Siria fue construida en el kilómetro 39 que conduce a la aldea Tumba Hoya, El Porvenir y fue inaugurada el 12 de febrero del 2015.
En primera instancia se manejó que quienes ocuparían las celdas serían reos acusados de delitos menores a quienes se les daría una oportunidad de rehacer sus vidas y ser útiles a la sociedad, para lo que instalaron cuatro talleres técnicos para aprender oficios.
Esta disposición cambió mediante el oficio No. INP-DN-708-2015 publicada en el diario oficial La Gaceta el 27 de enero de 2016 donde se determinó que el “Centro Penitenciario de Siria” funcionaría bajo los regímenes mínima, media y máxima seguridad.
La cárcel posee una capacidad para albergar a 2,000 privados de libertad ubicados en 20 módulos distribuidos en 11 manzanas de terreno.
Hace apenas unas semanas fue inaugurado el módulo de máxima seguridad “La Leonera”, construido para albergar a los privados de libertad de máxima seguridad.
En total en el “Centro Penitenciario de Siria” hay 1,674 privados de libertad incluyendo los 42 reos trasladados el pasado 10 de diciembre a “La Leonera”, de los cuales 30 llegaron desde la Penitenciaría Nacional en Támara, Francisco Morazán, nueve del penal de Choluteca, uno desde la cárcel de Tela, Atlántida y otro desde “El Pozo I” de Ilama, Santa Bárbara.
La cárcel fue construida a un costo de 120 millones de lempiras si se toma en cuenta la construcción de los módulos de máxima seguridad.
El centro penitenciario tiene un espacio para recepción, una bodega, un comedor para personal administrativo, una oficina de administración, dos módulos especiales para visitas, dos comedores con cocinas para detenidos y dos clínicas de enfermería.
