Municipios ubicados en la costa norte, centro, occidente y oriente del país figuran entre los que de un año a otro (2019 a 2020) registraron más muertes violentas, según datos del Sistema Nacional de Estadísticas de la Secretaría de Seguridad (Sepol).
La Unidad de Datos de EL HERALDO analizó las cifras de los 298 municipios del país e identificó que en más de cien hubo aumento en los homicidios, ya sea por un caso o hasta más de 40, como ocurrió en el Distrito Central.
En 2020, este municipio registró 41 crímenes más en comparación con 2019, pues en el primer año la Sepol contabilizó 569 y en el segundo la cifra fue de 528, es decir que, el incremento fue del siete por ciento.
Este es el punto geográfico que presenta las cifras más alarmantes y que también se reflejan en la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes: de 41 pasó a 45.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Rigoberto Rodríguez, argumentó que este repunte de casos, especialmente en la capital, se debe al uso de bebidas alcohólicas, porque en la causa que ellos registran -en su mayoría- ocurrieron “en casas de personas que estaban compartiendo, celebrando algo y terminaron quitándose la vida”.
Esta causa también fue una de las más contabilizadas en Catacamas, en el departamento de Olancho, al nororiente de Honduras. Aquí los casos registrados pasaron de 61 (en 2019) a 84 (durante 2020), un aumento del 27%. El mismo porcentaje fue para Olanchito, en el departamento de Yoro, ya que las muertes violentas pasaron de 51 a 70 (19 casos más).
En La Ceiba, una de las ciudades más importantes de Atlántida, el aumento de muertes violentas fue de 17, mientras que en Siguatepeque (Comayagua) fue de 15. En Santa Rita hubo 14 muertes más durante 2020 que hace dos años.
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Los datos entre ambos años muestran una pequeña diferencia con respecto a las fechas, pues los de 2019 están del 1 de enero al 31 de diciembre, pero los del año anterior están hasta el 28 de diciembre. Este balance no repercute mucho en las cifras finales.
Las causas
“Sí, hubo uno que otro municipio que tuvo aumento en uno o dos casos, pero eso se debió al uso de bebidas alcohólicas cuando se inició la pandemia, porque la gente estaba en confinamiento; como en marzo-junio se dio bastante eso de las incidencias por falta de convivencia social”, reafirmó el subinspector.Detalló que esta causa es más recurrente en zonas urbanas y que se incrementó cuando la Secretaría de Seguridad quitó la prohibición de bebidas alcohólicas meses después de que iniciara la pandemia del covid-19. Tampoco descartó que entre las otras causas estén los asaltos o sicariato, pero aseveró que esa fue la más recurrente.
La información discrepa un poco con la opinión del criminalista Gonzalo Sánchez, quien aseguró que el repunte de casos en sectores como el Distrito Central, La Ceiba, Catacamas, Siguatepeque, entre otros, fue más notable a partir de noviembre y que se debe a los “antisociales”.
“El covid-19 y estas tormentas tropicales (Eta y Iota) que nos agarraron a nosotros ha dañado fuertemente la economía del país, entonces los antisociales van a buscar el dinero de cualquier manera que sea, ejecutando robos, homicidios, incluso robos a bancos”, señaló.
Los datos publicados en la página de la Sepol no especifican la causa, sexo u otras características de las víctimas, al menos no junto a los datos por cada zona, sin embargo, al restar la diferencia de incidencias de un año con otro, muestra que exactamente 110 municipios tuvieron incrementos.
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En municipios como Arizona, en Atlántida; El Corpus, El Triunfo y San Marcos, en Choluteca, solo hubo un homicidio más en comparación con 2019. Por ejemplo, Arizona registró 13 muertes violentas durante ese año, pero esa cifra pasó a 14 en 2020, es decir, un caso más.
En otros puntos la diferencia es de dos, tres y cuatro víctimas más, pero en nueve lugares el recuento muestra que fueron más de 10 o 41, como en el Distrito Central.
En la base de datos también se observan lugares donde las muertes crecieron hasta cuatro veces más de un año a otro. En Guajiquiro, La Paz, el recuento de hace dos años muestra dos muertes violentas, pero en el año anterior la cifra pasó a 10.
En Tambla, un municipio de Lempira, en 2019 no hubo ni un solo homicidio, mientras que en 2020 ocurrieron ocho. En Santa Fe, Ocotepeque; Balfate, Colón; San Antonio Intibucá y San Jerónimo, Copán, la situación fue igual. De cero muertes pasaron a tres, cinco u ocho.
Para el criminalista Gonzalo Sánchez, este repunte de muertes en municipios que no son los principales se debe al “efecto cucaracha”, es decir que, en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba y Choluteca hay más presencia policial y operativos, “esto hace que los antisociales busquen ciudades que son más vulnerables y que hay poca presencia policial”, mencionó.
El aumento de las muertes solo es notable al ver los datos por cada punto geográfico, ya que si se suman los casos anuales más bien se observa una baja.
“En 2019 tenemos 4,068 homicidios y en 2020, 3,481. Hay una reducción”, especificó el portavoz de la Secretaría de Seguridad.
¿Y la tasa de homicidios?
El incremento en la tasa de homicidios en cada municipio depende del número de muertes anuales y la población, por lo que en muchos lugares puede parecer un porcentaje bastante elevado.Un ejemplo claro es San Rita, Copán, donde la tasa de homicidios creció 66 puntos de 2019 a 2020. En el primer año la cifra fue de 66 muertes por cada 100 mil habitantes, pero en el segundo pasó a 132.
En Florida, también en el departamento de Copán, aumentó 26 puntos: de 40 pasó a 66.
Pero en Macuelizo, Santa Bárbara más bien fue a la inversa; en 2019 hubo 206 muertes violentas por cada 100 mil habitantes y en 2020 fue de 130. La baja no solo es notable en la tasa, sino que también en las cifras netas anuales.
Lo mismo ocurrió en Choloma, Cortés, pues la tasa de homicidios pasó de 95 a 58 de un año a otro, mientras que en Yoro, Yoro, fue de 61 a 52. En Ojojona, Francisco Morazán y Petoa, Santa Bárbara, la tasa anual de homicidios se mantuvo en ambos años con 72 y 85, respectivamente.
Los datos varían de acuerdo con el municipio, pero de acuerdo con el registro hay casi 50 sitios donde la tasa de homicidios durante 2020 fue cero, es decir que, en ese año no hubo reportes de ninguna muerte violenta.