En casi un año, Honduras registró -según registros preliminares- 3,252 muertes violentas, cifra que muestra una reducción del 18% en comparación con 2019 cuando hubo 3,985, al menos hasta el 27 de diciembre.
La cifra general, actualizada hasta el último domingo del año, significa que en promedio nueve personas murieron de forma violenta cada día durante 2020 o, al hacer otro cálculo matemático, podemos decir que cada dos o tres horas un hondureño era asesinado.
Los reportes corresponden al conteo diario que registra el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), que muestra notables picos en los homicidios, especialmente en febrero, octubre y diciembre.
La información coincide con el registro que realiza el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), pues según su directora, Migdonia Ayestas, desde un mes antes de que iniciara la pandemia ya se avizoraba un año violento, pero se contuvo por las medidas aplicadas.
'En este año, con todo el contexto de pandemia por la covid-19; los huracanes Eta y Iota, que destrozaron al país y que lo dejaron en estado de calamidad, se han reducido (los homicidios). Son más de 600 los casos que se han reducido en comparación al año anterior”, celebró.
Detalló que 'hay meses como febrero, antes de la pandemia, que fue violento, luego sigue el mes de octubre con un promedio de 330 homicidios y el mes de diciembre que en los últimos años ha sido uno de los más violentos”.
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De acuerdo con los registros analizados por Unidad de Datos de EL HERALDO, tres de cada 10 homicidios registrados durante 2020 ocurrieron en estos tres meses, pero octubre tiene los números más altos.
Los análisis correspondende a once meses y 27 días, es decir, del 1 de enero al 27 de diciembre de 2020 y las mismas fechas de 2019.
En el décimo mes del año (octubre), el Observatorio de la Violencia contabilizó un crimen más que las cifras del Sepol; Ayestas afirmó que esa institución registraba 330 muertes violentas, mientras que los datos de la Secretaría de Seguridad suman 329.
Al hacer un análisis minucioso, en ese mes hubo entre uno y hasta 20 muertes diarias, el mismo ritmo que se registró en 2019, pero que al final (al 31 de octubre) tuvo 55 fallecidos menos, pues el año anterior Sepol contabilizó 384 y este año 329.
Lo mismo ocurrió en diciembre (hasta el día 27), ya que en los registros aparecen 352 homicidios durante 2019 en contraste con los 311 de este año. Sin embargo, en este 2020, cinco de cada 10 crímenes ocurrieron en los primeros 15 días del mes.
“Tal pareciera que la Navidad y estar a las puertas del Año Nuevo hay también lo que son los ajustes, los ajustes a la economía, los ajustes de cuentas y eso hace que también haya muchas muertes violentas y, dentro de esas muertes violentas, casi el promedio este año es una mujer diaria”, afirmó la experta, al mencionar que hasta la fecha suman 297 las féminas asesinadas.
Las cifras diarias publicadas en la página del Sepol no especifican el sexo de las víctimas, el lugar en el que fueron asesinadas, ni las causas de muerte, pero según el Observatorio de la Violencia 'la narcoactividad o criminalidad organizada' representa el 65% de los casos.
Aquí figuran los ajustes de cuentas, pelea de territorios, peleas entre maras y pandillas y las bandas criminales.
El resto de las muertes son categorizadas como 'convivencia pacífica', que están relacionadas con 'las peleas por tierra, la riña interpersonales, que tienen que ver con la convivencia pacífica, allí es en promedio el 20%' de los casos, aseguró Ayestas.
Era un año violento
Las cifras de este año están muy por debajo de las de 2019, sin embargo, con la pandemia del covid-19 las autoridades esperaban que la violencia cesara o al menos se redujera aún más.Los homicidios por cada 100 mil habitantes (pccmh) cayeron ocho puntos en comparación con 2019 (de la tasa 43 pccmh del año anterior pasó a 35 en 2020), pero persiste el temor de que todo sigue igual. Incluso, en todo el año solo dos meses hubo una reducción continúa en el número de homicidios.
En términos generales, el impacto de la pandemia por el covid-19 no fue tan notable ni siquiera entre febrero y marzo (cuando se registró el primer caso de la enfermedad). En el primer mes hubo casi 300 muertes violentas y en el segundo 225.
Los datos solo son notables si se hace un análisis por día y, en muchos casos, pueden variar por las restricciones de movilidad.
Por ejemplo, de los primeros 15 días de marzo en seis hubo más de 10 fallecidos diarios y en cuatro se contabilizaban más de cinco. En los siguientes 15 días (16 al 31) solo hubo cuatro días donde los decesos diarios por crímenes superaban las 10 personas. Todos eran casos aislados.
La baja de muertes durante la pandemia solo es notable de forma consecutiva entre marzo y abril, pues en mayo los casos diarios acumulados nuevamente muestran un pico que se posterga hasta julio, cuando en Honduras se comienza con la reapertura económica.
Ese mes también muestra un incremento del 10% en las muertes en comparación con el mismo periodo de 2019, cuando en Honduras hubo 311 fallecidos por causas violentas.
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Los días más sangrientos fueron el 19, 5, 1, 13 y 25 de julio, que en promedio hubo entre 14 y 18 asesinatos en diferentes partes del país.
Lo mismo ocurrió en agosto y septiembre, la única diferencia es que en el mes patrio todas las fechas registran una o más víctimas de la violencia y en agosto hay tres días que fueron categorizados con 'sin dato', ya que el Sepol no tenía la información.
En noviembre, Honduras no solo sufre los efectos de la pandemia sino que también carga con los estragos de los huracanes Eta y Iota, pero se olvidó completamente de la violencia.
Pese a eso, la cifra fue inferior; en 2019 hubo 367 homicidios y este año se registró 268.
Los números pueden significar un avance positivo en términos de seguridad, pero según los expertos, nada justifica el impacto de que ni siquiera con la pandemia 'se haya contenido más de lo que se esperaba la violencia y la criminalidad'.
Especialmente porque entre las víctimas están 'abogados, periodistas, mujeres, niñas, niños, líderes, políticos, que están perdiendo la vida en esta cultura violenta que hay en Honduras', denunció la directora del Observatorio de la Violencia.
