Honduras

Melissa Hernández, la mujer que daría la vida por Kevin Solórzano

La hemana mayor del universitario, acusado de asesinato, conversó con nosotros y nos dio detalles de cómo ha sido su vida y la de su familia tras este inesperado hecho.

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09.02.2016

Tegucigalpa, Honduras
“Para mí la vida cambió de un día para otro, éramos una familia muy unida'. Así inicia el triste relato de Melissa Hernández, la hermana incondicional de Kevin Solórzano, el universitario hondureño acusado por el asesinato del fiscal Edwin Eguigure.

En su conversación con EL HERALDO.HN, la carismática Melissa dijo no perder la esperanza de que la justicia hondureña le devuelva la libertad a su hermano, que guarda prisión desde noviembre del 2014.

Para “Meli”-como muchos la llaman- su vida y la de su familia no ha vuelto a ser la misma desde ese día en que policías militares entraron a su vivienda ubicada en el barrio El Chimbo, salida a Valle de Ángeles, y se llevaron a su hermano menor, apenas unos días después del sangriento crimen del fiscal Eguigure frente a su esposa e hijos que, afortunadamente se encuentran bien.

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“Realmente éramos una familia que siempre estaba junta. Los viernes esperábamos a que mi mamá saliera del trabajo y que nuestras horas por la tarde estuvieran libres para salir a comer y pasear. Nos encantaba ir a Santa Lucía ya que nos quedaba a cinco minutos de la casa, íbamos a darle de comer a los patos, a caminar y a disfrutar nuestro tiempo en familia'.

Foto: El Heraldo

Melissa es la mayor, le sigue José Luis y por último Kevin, “el bebé de la familia”. Como toda hermana protectora, nos contó una anécdota de su infancia al lado de Kevin.

“Recuerdo que desde muy pequeño siempre lo defendí. Una vez un niño gordito lo empujó (a Kevin) y lo dejó caer cuando venía de la escuela y otro niño salió corriendo a decirme y yo agarré a Kevin de la manito y me fui enojada a buscar al niño, hablé con la mamá y busqué que lo castigaran… (risas), es que yo por mi “Noni”-como cariñosamente llama a Kevin- doy la vida y por mis dos hermanos hago lo que sea'.

Y así como la vida de Kevin, la de su amorosa hermana mayor y demás familiares también han dado un inesperado giro, un vuelco que hasta cierto punto les arrebató planes y sueños; sin embargo, la prioridad es y será Kevin.

“Yo tengo 29 años y estudio trabajo social, pero desde que pasó lo de Kevin no seguí en la universidad y en esos días de desgracia yo tenía planes junto con mi mamá de poner un negocio propio, pero todo se vino abajo”.

“Un día normal para mí desde que pasó lo de Kevin es horrible, no hay un tan solo día que deje de pensarlo, extraño su bulla, escucharlo subir y bajar las gradas que quedan por su dormitorio ubicado a la par del mío, y no hay una tan sola noche que me acueste sin pensar en él. Lo extraño mucho”, dijo entre lamentos Melissa.

Pero sin duda, la esperanza de un final feliz es el ímpetu que llena a diario la vida de esta abnegada hermana. “Yo siempre mantengo mi sonrisa y estoy con ansias esperando el día del juicio de Kevin porque ese será el día de nuestra victoria”.

“Últimamente he sentido a Kevin frustrado”

Melissa nos contó cómo son las visitas a Kevin en la cárcel, donde ya tiene más de un año recluido pero donde también es muy querido por los mismos prisioneros.

“Cuando yo lo voy a ver trato de no hablar del caso (legal) con él, mejor nos ponemos a platicar sobre lo que pasa en la casa, nos ponemos a jugar, pero hay días en los que él no está de ánimo y tratamos de no llevarle la contraria”.

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Asegura que últimamente Kevin se ha sentido frustrado de estar encerrado, “creo que si esto se lo hubieran hecho a un asesino de verdad, esas personas no tendrían el valor de seguirlo acusando, pero como saben que Kevin es inocente y no es capaz de vengarse o hacerles un daño, insisten en acusarlo sin tener pruebas científicas y contundentes. En cambio, Kevin sí tiene todo para demostrar su inocencia, pero lastimosamente esos fiscales y el juez anterior se empeñaron en no valer las pruebas”.

Una vez que finaliza la visita en una de las celdas del Centro Penal de Támara, Francisco Morazán, Melissa cuenta que “cuando nos despedimos con Kevin siempre nos decimos que nos amamos, nos damos un gran abrazo y un besote”.

Kevin dice las cosas “sin pelos en la lengua”

Foto: El Heraldo

“Kevin es más que todo un protector, es demasiado protector conmigo. Siempre ha sido cuidadoso y me sobreprotege, pero sobre todas las cosas, es muy caballeroso. Él tiene su carácter fuerte como la mayoría de personas y cuando algo no le gusta lo dice sin pelos en la lengua, también le gusta pelear con nosotros', cuenta su hermana entre risas.

Un amante de las costillas de cerdo

Foto: El Heraldo

Comer ha sido uno de los pasatiempos favoritos de Kevin y, según Melissa, es un fanático de las costillas de cerdo, papas fritas y las baleadas, pero no le gustan los tamales ni la carne de bistec.

Otra de las cosas que Kevin disfrutaba hacer en sus tardes libres era ejercicio físico y escuchar música en compañía de sus amigos.

Entre otros secretitos, Melissa nos confesó además que Kevin tiene el corazón enamorado de una bella jovencita, “él tiene su novia, una gran muchacha que se ha convertido en un apoyo incondicional y no lo deja de visitar (en la cárcel). En estas situaciones es donde se demuestra el amor verdadero”.

Finalmente, Melissa- quien además es madre de una hermosa niña de nueve años de edad- dijo que esperan un juicio justo en el que la defensa de Kevin pueda mostrar las pruebas que confirmen su inocencia.