Crímenes

Bruce Gilden: la mafia asiste a los funerales…  

El audaz fotógrafo callejero ha retratado con coraje a la Costa Nostra en el cementerio y logrado captar expresiones inalterables sobre el pesar humano

FOTOGALERÍA
17.06.2017

Nacido en Brooklyn, Nueva York, en 1946, era judío. Profesional de carácter extrovertido habiendo buscado siempre ese gesticulo en individuos elegidos al azar, poseyendo rapidez mental unida al talento innato (estudio sociología en la universidad de Pensilvania).

Concibe y desarrolla una fotografía personal inconfundible, cuyos personajes serán aquellos transeúntes pintorescos quienes han conquistado el lente por sus chispeantes vestimentas, llamativos tatuajes o simplemente por el desenvuelto modo de presentarse.

Gilden, fotógrafo del libre albedrío transitando entre calles, central Park o lugares de esparcimiento o divertimento, aún más, es decir aunque frecuentador de sitios de confusión visitados por aglomeraciones populares, predilección de los niveles sociales más sufridos en los Estados Unidos.

Han sido barrios inolvidables itinerarios de excursiones remembranzas de adolescente, atestados afluentes de público que lo llevarían a retomar ese singular universo aglomerado espontáneo, adónde aquellas multitudes irían liberando sufrimiento, cansancio existencial vertido en las aceras.


Y es ahora que Bruce Gilden va recogiendo a la impresión esas vías, entrelazando en su hombro una máquina fotográfica ahí creará sus composiciones de auténtica verdad. Serán retratos que nos traen a la memoria a Federico Fellini: reales, grotescos, quizás crudos o solamente del cotidiano vivir.

Como no apreciar estas imágenes realizadas con coraje a la Mafia de Cosa Nostra en el cementerio, ha captado expresiones inalterables sobre el pesar. El mal y el bien tienen algo que no se puede esconder, sería el dolor tan inclementemente profundo como idénticamente quemante para el ser humano.


Miembros de la mafia de Cosa Nostra de Norteamérica que fueron retratados en instantes sin percibir la autonomía del objetivo del fotógrafo propio cuando asisten al entierro de uno de los suyos.


Anteriormente nos ha dejado con la mirada penetrada allí, contemplando figuras relativas a la Mafia Yakuza, ( Mafia Japonesa), boss entre citas y secretas conversaciones, otras adonde una hermosa mujer de Cosa Nostra da el último adiós lanzando una simbólica rosa en la sepultura, ella elegantemente vestida.

Las muestras fotográficas de Gilden derrochan ese sentimiento escondido profundamente semejante a la fosa del mismo entierro es eso que nos declaman las impresiones de este norteamericano judío. La mafia americana también asiste a los funerales…

Su trabajo englobará a lo recurrente que pasaría hacer que ninguna persona quede ausente dentro de sus publicaciones, retiene la idea que tarde o temprano se puede ser partícipe de su objetivo, es más regla toda suya en que todos somos y estaremos presentes como protagonistas en su obra.

Realidad sin falsedad y sin ni siquiera agregar algún condimentos como dicen los chilenos al pan pan, al vino vino, expresando así su rebeldía tendente a honorar la verdad. Es esto lo que acoge su creación recibida con beneplácito del público.

Son los ojos que te ven y a la vez no advirtieron tu presencia, pero es Gilden que ha tomado un subliminal dentro de su cámara y nos portará ha recordar aquel instante en sus figuras callejeras…¿ que tú eras, adonde vosotros erais?. Más la belleza es entregada con gran impacto.

Introduce y aplica detalles simbolizando en ellos una explicita y dura crítica. Creaciones de condena asimismo una protesta absolutamente visual, pues actualmente es el lenguaje mediático universal, predilección por muchos que no eran participes precedentemente, ni siquiera como público. Es un fotógrafo de Magnum la agencia por elección de los grandes profesionales del lente, también ha sido cautivado por la Leica.
Bruce es un profesional antagonista a los demás, más su cámara subliminal va atesorando detalles visuales primordiales, entre ellos manos que declaman, bocas silenciosas, cigarros que dialogan, utensilios excéntricos etc. Y todavía aún más trascendentalmente muchedumbre, adonde nosotros, vosotros, ellos y yo, pronombres conjugados en imágenes, siendo un perseguidor de la existencia que late y se sumerge pero siempre está viva.

Haciendo presente su voluntad osada, el clic de Bruce Gilden recoge la facultad visual de hoy por hoy que es y será el arte comunicativo de la fotografía habiendo captado lo inviolable y lo violado.

Alguno preguntaría ¿y esas imágenes de la mafia en los cementerios cómo consiguió tomarlas?… responderá inmediatamente es osar… para nosotros sería coger esa esencia….en el silencio, es el grito de la opresión del que es ausencia, pero no ha pasado inadvertido para el objetivo de Gilden.