Tegucigalpa, Honduras
El legado literario del escritor hondureño Ramón Amaya Amador sigue más vivo que nunca. Y justo nos recordó cuán grande es su obra, un lector que propuso su icónico libro “Cipotes” como la obra más representativa de Honduras, en el sitio Reddit.
El sitio web de marcadores sociales y agregador de noticias, donde los usuarios pueden dejar enlaces a contenidos web, publicó un enorme mapa con una portada de libro en cada país, justo en la antesala al Día del Idioma Español, que se celebra hoy.
Esta grata noticia es una excelente ocasión para recordar una obra magistral, las alegrías y tristezas de dos niños que, enfrentados a los golpes de la vida, se ven obligados a madurar de manera acelerada.
“Cipotes”, escrita en 1963, tras el exilio del escritor en Praga, es según Longino Becerra, autor del prólogo, un vocablo de indiscutible prosapia criolla, cuyo significado no es necesario recordar.
La historia
Según Becerra, “el tema le fue sugerido por las conversaciones que, a su paso por el Parque Central, rumbo a la redacción de El Cronista, tenía frecuentemente con los lustrabotas que permanecen en la plaza.
La obra, por lo tanto, recoge la dolorosa y agitada vida de ese pequeño mundo que tiene como centro la estatua en bronce del mártir de la unidad de Centroamérica, y cuyos límites son la catedral metropolitana, dos agencias bancarias y varios comercios de algún talante”.
El prólogo de Longino Becerra define la novela de Ramón Amaya Amador como una historia en la que el autor trabaja con un vocabulario coloquial: el que se escucha en los mercados, las calles y los hogares más humildes de Honduras.
“‘Cipotes’ es la crónica de la vida azarosa de los lustrabotas del Parque Central, sin más pretensiones que dejar constancia de una realidad existente en Honduras a lo largo de un determinado período de su evolución histórica”, detalla Becerra.
Y más aún, “el libro de Amaya Amador nos pinta un hecho brutal, frecuentemente olvidado en la sociedad donde vivimos: los niños que se dedican a ese trabajo van a él no porque lo deseen o porque les agrade arrodillarse frente a quienes llevan zapatos lujosos, mientras ellos andan con los pies desnudos”.
Autor cinco estrellas
Ramón Amaya Amador nació en Olanchito, Yoro, el 29 de abril de 1916 y murió trágicamente en Checoslovaquia en 1966, dejando a su paso una estela de obras publicadas e inéditas.
Trabajó como peón en los campos bananeros de la costa norte, desde donde inició su carrera de cuentista y narrador. “Prisión verde”, “Amanecer”, “El señor de la sierra”, “Los brujos de Ilamatepeque”, “Constructores”, “Destacamento rojo”, Operación Gorila, Cipotes, Destacamento Rojo, “Operación gorila”, “Cipotes” y “Con la misma herradura” se cuentan entre sus grandes obras