TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al rayo, cercanos al expresidente JOH se volvieron mucos pues aquí los miran jucos.
Sin duda que la razón traiciona si se anda torcido. En el trono, JOH decía: “El que no la debe, no la teme... el que mal anda, mal acaba”, y sus parias Ebal Díaz y Ricardo “Tito” Cardona volaron a la dictadura de Daniel Ortega que los adoptó como nuevos pinoleros, tersos y no perversos.
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¿Y por qué huir?, la pregunta del millón -no del botín de “Tito” el sampedrano- sino la de un hilo de catrachos que machacan el escape furtivo de Díaz y Cardona. De cachos a nicas dejando una bacinica de dudas en la gestión de JOH. Imitaron la fuga del mártir (carne de lora) Enrique Flores Lanza, pana de “Mel” Zelaya, que volvió sin carretilla a las mieles del poder. Es de adultos el indulto, no lo tomen a insulto.
Dispares
Flores fue por una década “inquilino” de Ortega, a diferencia de Díaz y Cardona que escupieron su terruño calcando a los exmandatarios salvadoreños Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, acosados por sendos actos de corrupción por el régimen de Nayib Bukele. Con su izquierda, igual, no pudieron caminar derecho. JOH, por su lado, no huyó a Nicaragua como aseguró un abogado de Libre.
Para interés de todos inquirimos que unos gringos hablaron con íntimos de Ortega para evitar el ingreso de JOH sitiado por un delito de orden universal que está por encima de tontas dictaduras, doctrinas y egos. Ortega no entraría en líos con quien por hoy no los tiene, ¿no creen? Los mucos Díaz y Cardona, Funes y Sánchez Cerén retan cargos por pudrición (en Honduras y El Salvador) y no con el mundo narco. El norte pide lucros, no articula por fanatismos.
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Purga
Se huye, lógico, por miedos, pero, ante todo, por una justicia cómplice del sistema sin importar su color o su doctrina, al final, todos son de la misma letrina. Es como obtener o recetarse licencia para robar con la diestra o la siniestra sin que pase nada porque nada altera a los arteros. Lo curioso es que “Quique”, según el soberano, era “perseguido político” y los de JOH son “ladrones”.
Díaz y Cardona no se saltaron el charco por “amar” a Nicaragua, sino porque sobre ellos pesa un mar de recelos de incurrir en timos contra el fisco. De otros exfuncionarios de JOH también se dice o se murmura que se mudaron a la cuna de Rubén Darío con la venia solapada de la ley que actúa al son de una clientela rellena de corruptela. El que esté libre de pecado... que arroje el bocado.
Tras saberse que Díaz, expastor de la Iglesia La Luz del Mundo, y Cardona se naturalizaron mucos por oler a jucos, la Fiscalía local “voló” a congelar sus ahorros. Y ¿a que no adivinan? ¡Sí!, les incautó casi cuatro millones de lempiras que no ajustan ni para “edificar” cuatro “casas ‘contenedores’”, que no contienen la desaparición de casi mil millones de “indios” por los que buscan a Díaz.
Receta
Mucha bulla, pocas nueces y los peces gordos, como siempre, se van, los van, los resbalan, pero aquí no están ni estarán hasta que, por arte legislativa, lleguen otros y les receten otro indulto para borrar su sucio historial afelpado por adeptos que quedaron pelados de pies a cabeza con la paja de “con chamba vivís mejor” y mejor huyeron. Los cachos hablan de “expulsión”, ¿para qué?, si ya se expulsaron solos. Ja, ja, ja. Chiste de mal gusto.
Si hubiera existido siquiera por joder una acción por parte de los entes fiscalizadores para acusar a Díaz, a Cardona y a una pila de actores de uno y otro partido salpicados en ofensivas estafas públicas, se urgiría de una megacárcel para contenerlos, así el país reposaría y retomaría la tranquilidad violentada por malsanos y malnacidos políticos que escapan por indecentes.
“Analistas”, fiscales y dirigentes cachurecos exigen “extradición” y “expulsión” si nadie es coherente y consecuente con la alardeada “ética” en la que se arropan vividores de oficio, vulgares, mareros trajeados que con un poco de poder tuercen todo y apuntan sus uñas para robarse lo ajeno con la diestra o lo siniestra, igual da, sin son del mismo albañal.
Nada mal es resonar a ladrones refugiados en su “dios” el Salmo 37 que en sus versículos 8 y 9 reza: “Deja el enojo, abandona el furor, no enojes, porque eso empeora las cosas... pues los malvados serán arrojados del país, pero los que confían en el Señor, tomarán posesión de él”. Todo a su tiempo, ¡tranquilos!
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