Diez años pasó Juanjo Tenas sin tocar su cámara. Pero esa pasión contenida por la fotografía no podía estar dormida para siempre y estando en Honduras decidió agarrar la cámara y el lente y dar rienda suelta a su creatividad, alimentada por un ferviente deseo de mostrar el mejor rostro de Centroamérica.
Juan José Figueroa Tenas no es nuevo en esto de la fotografía, el actual embajador de El Salvador en Honduras tiene 33 años de trayectoria en este campo del arte, con un debut circunstancial en 1984, cuando fue llamado, como miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a registrar en imágenes la guerra civil de El Salvador.
“Aprendí a hacer fotos de esa manera, por una necesidad, porque yo tenía que ir a los frentes como corresponsal de guerra, me tocó trasladarme a muchos lugares donde la guerrilla tenía zonas bajo control”.
Ese componente social de sus inicios ha marcado toda su trayectoria en la fotografía, un apasionado pasatiempo que alterna con su labor diplomática, algo a lo que llegó también de forma circunstancial, pero esa ya es otra historia.
Juanjo Tenas, como es conocido en la fotografía, es uno de los embajadores con mayor proyección en el arte, desde sus funciones ha propiciado un espacio de encuentro entre los artistas salvadoreños y hondureños, que ha llamado Sala Binacional de Arte Francisco Morazán, fundada en 2016 y en la cual ya se han realizado exposiciones de pintura, escultura, grabado y fotografía.
Pero lo que hoy trae al embajador a estas páginas es Centroamérica Positiva, un proyecto que surgió espontáneamente, y que lo ha llevado a realizar fotografías en El Salvador, Honduras y Nicaragua; en el segundo semestre de 2017 viajará a Costa Rica y Panamá, pues el objetivo es mostrar que “el arte es un elemento muy importante y puede ser un eje transversal que contribuye a evitar que los niveles de violencia se incrementen en nuestra región”.
Su iniciativa tiene un fuerte contenido social, artístico y cultural.
Los rostros de Centroamérica Positiva
Fue un proyecto no planificado, todo surgió con unas fotos que realizó en Tegucigalpa con una bailarina de ballet frente a la iglesia Los Dolores, después lo contactaron unos bailarines de El Salvador y a partir de ahí fue surgiendo la iniciativa motivada por el interés de los jóvenes.
Pronto su esposa le dio al proyecto la estructura de una propuesta seria, con la que ha planificado grandes cosas.
En Centroamérica Positiva retrata a bailarines, escultores, pintores, grafiteros y músicos en espacios públicos de diferentes ciudades de Centroamérica, de Belice a Panamá.
“El sector más vulnerable de nuestra sociedad es la niñez y la juventud, si analizamos, la mayor cantidad de delincuentes son jóvenes que no pasan de los 30 años, ellos son esa población más afectada por la criminalidad, entonces Centroamérica Positiva muestra que los jóvenes no son violencia, que son positivos y que contribuyen a generar una cultura de paz en la región centroamericana”, señaló Figueroa Tenas, quien realiza este proyecto con recursos personales.
Su obra no solo retrata a esta juventud que impulsa el crecimiento artístico de una región, sino también la cultura, reflejada en las manifestaciones artísticas con influencias de otras naciones, así como los monumentos que sirven de telón de fondo en esta hermosa serie.
“Este trabajo es el aporte que hago para demostrar que la juventud es el sector poblacional más vulnerable, pero al mismo tiempo, si le damos el apoyo, si le damos herramientas, puede ser el sector de la población que transformará las realidades de nuestros países.
Estoy convencido de que los viejos tenemos que darle espacios a los jóvenes”, dijo el fotógrafo, y enfatizó que al ignorar y no apoyar su potencial se está cometiendo un grave error “en la conducción y el futuro de nuestra región”.
Centroamérica Positiva tiene una característica fundamental, que es hacer el trabajo en las calles y plazas, para que la gente que jamás ha ido a un teatro o galería pueda tener ese contacto con el arte, “esa amalgama entre el pueblo y el artista que se debe a su pueblo”.
Su mejor retribución
Juanjo Tenas recibe un pago muy valioso por ser fotógrafo, un pago que no es material, es espiritual.
“El arte me ha apasionado siempre, y en este momento estar haciendo este trabajo es como estar viviendo una pasión artística, me encanta y me deja eso, satisfacción, emociones, encanto, vínculos y amistades.
Considero que el ser humano a veces necesita más riqueza espiritual que material, y por eso nuestras sociedades se pierden porque nos preocupamos más por lo material que por lo espiritual, y por eso a veces se da esta incorporación de jóvenes a la violencia, porque los engañan dándoles un celular, dándoles dinero fácil”, expresó, y agregó que “en la medida que lo espiritual nos llena más, nuestras sociedades podrían ser mejores”.
Con este proyecto Figueroa Tenas contribuye no solo a visibilizar lo social y artístico, también a demostrar la unidad de Centroamérica, que realmente es más lo que nos une que los que nos separa.
El artista del lente tiene programado finalizar el proyecto entre 2017 y 2018.
En lo que resta del año planea visitar Belice, Costa Rica y Panamá, en el primer trimestre de 2018 depurará todo el trabajo, y a mediados del año editará un libro, “la idea es publicar un libro que se distribuya en Centroamérica y hacer una exposición itinerante de lo que se plasme en él.
Fundamentalmente será de imágenes, también incluirá datos estadísticos de cómo está la región centroamericana, de cómo los jóvenes necesitan oportunidades, las cantidades poblacionales y todo ese tipo de elementos, considero que para mediados del otro año estaríamos presentando el libro de Centroamérica Positiva”.