Tegucigalpa, Honduras.- Diez jóvenes músicos ofrecieron una de sus últimas presentaciones como estudiantes del Conservatorio Nacional de Música Francisco Ramón Díaz Zelaya en un recital de graduación que dejó evidenciados todos los años de esfuerzo que emplearon para perfeccionar su técnica artística.
La presentación, que les demandó disciplina, constancia, pasión y compromiso; abarcó una variedad de instrumentos que van desde el contrabajo, violín y piano, hasta el oboe, guitarra, flauta traversa y tuba.
Cada interpretación, cuidadosamente seleccionada, fue un reflejo de la formación integral recibida durante toda su etapa formativa.
Candy Sauceda abrió el evento con el “Concierto para contrabajo en D mayor” de Antonio Capuzzi, acompañada al piano por Lupita Zúniga. Sus notas iniciales predecían la calidad del programa, donde nombres como Mozart, Vivaldi y Schubert resonaron en las manos de los futuros profesionales.
Cada pieza fue evaluada por una terna que incluyó a Ileana Montoya, Héctor Soto y Jorge Benavides, quienes escucharon atentos a cada uno de los alumnos.
Angie Bardales, con su flauta traversa, ejecutó el “Concertino en D mayor” de Cécile Chaminade, mientras que Cesia Martínez, acompañada por un cuarteto de cuerdas, deleitó a los presentes con el “Concierto para dos violines en D menor” de J. S. Bach, demostrando, al igual que sus compañeros, su técnica impecable.
La directora del centro educativo, Any Matamoros, no pudo contener su orgullo al referirse a este momento cumbre en la vida de los estudiantes.
“Se escucha fácil, pero esta es la culminación de seis años de esfuerzo y dedicación de estos alumnos. Solo les puedo decir: misión cumplida, jóvenes”, expresó con una sonrisa cargada de satisfacción.
El recital finalizó con el toque del estudiante Davis Cruz, quien interpretó el “Impromptu Op. 90 No. 2” de Franz Schubert. Con ese último acorde, los diez alumnos cerraron un capítulo importante de sus vidas.
Manteniendo vivo el recuerdo de que cada nota, acorde e interpretación lleva consigo un sacrificio personal y familiar que marcará el ascenso de sus carreras a través de la música.
Educación orientada a la música
A propósito de la ocasión, Matamoros dijo a EL HERALDO que actualmente la institución se encuentra en proceso de admisión para aquellos jóvenes que anhelan con seguir el mismo camino musical.
“Estamos en temporada de inscripciones. Hacemos un propedéutico de tres días y luego, el examen de admisión. Es importante aclarar que no es necesario tener conocimientos previos; lo que evaluamos es la aptitud hacia la música”, explicó.
Matamoros detalló que el examen busca identificar la sensibilidad y el potencial de los aspirantes, más que una preparación técnica previa. Además, resaltó que toda la educación es gratuita, lo que permite que la aptitud sea el único requisito esencial para matricularse.
Así, el Conservatorio Nacional sigue abriendo sus puertas a nuevas generaciones de músicos, continuando con su legado de excelencia y contribuyendo al panorama cultural del país.