TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cuando se piensa en Tito Venegas (San Marcos de Colón, Choluteca, 1963) se le percibe como una figura inherente a la hora de escribir sobre el paisajismo en Honduras.
Su forma de hacer y mirar —ese intento por llevar al lienzo el movimiento y la multiplicidad de la naturaleza— con formatos medios de gran profundidad, nutridos de una paleta de trazos vigorosos, invitan a la contemplación plena. Eso es justo lo que “La magia del paisaje”, muestra homenaje que el Instituto Hondureño de Cultura Interamericana (IHCI) y la Asociación Hondureña de Artistas Plásticos (AHAP) esgrimen, da en buena cuenta.
En ella se cohesionan 12 miradas al artista, 27 lienzos diferentes. Walter López, Julio Sanabria, Mayra Casiano, Alfredo Martínez Ponce, Elías Díaz, Éthel Fúnez, Fernando Venegas, Rolando Tróchez, Rubén Salgado, Yoni Castillo, Allan Reyes y David Pineda han trazado el espíritu de un vanguardista y la grandeza de un emblema que ha permeado por más de cuatro décadas.
Venegas, paisaje y artificio Su pintura ha ejercido una libertad creativa al alcance de pocos. En un “sinfín de montajes” —que ni siquiera él lleva un registro minucioso— ha plasmado la riqueza paisajística de allá donde sus sentidos son llamados por el numen (inspiración del artista).
“Escenarios rurales con sus coloridos amaneceres y atardeceres, y sus florestas y brumas entre las montañas”, son en esencia, según Venegas, el hilo que conduce su obra.
“Junto a la AHAP y al IHCI, los artistas participantes concluimos que el maestro Venegas es el único pintor nacional que después de más de 40 años mantiene intacto el estilo costumbrista y real de su mentor y destacado de la plástica hondureña, César Ordóñez (1944-2013).
Venegas, además de poseer un estilo realista costumbrista, impregna un toque de impresionismo mágico a través de la fuerza de sus colores. En esencia, captura los momentos más expresivos de los pueblos, de tierra adentro”, apunta Walter López, que al igual que el resto de artistas participantes incluyó dos de sus obras, “Mágica inocencia” y “Mirada esmeralda”.
Según él, ambas son retrato de la convivencia cotidiana de Venegas. En concordancia, Mayra Casiano “desde el respeto y la admiración” refuerza que “La magia del paisajismo” refleja al pintor desde diversas ópticas. “Quisimos fusionar los diferentes estilos convergiendo en una sola obra, con elementos propios del homenajeado”.
La sinfonía de color como elemento estructurado y facultad de observación de Venegas —capaz de traducir con exactitud portentosa su imagen de la realidad— fue también eje de exposición.Para Rubén Salgado, una figura con cerca de dos décadas en el circuito local, el paisajismo de Venegas logra reflejar el transcurrir cotidiano o de los fenómenos atmosféricos, de la luz, del aire, que permiten apropiarse de todo instante grabado en el lienzo.
Pese a que “La magia del paisaje”, inaugurada y montada en las instalaciones del IHCI, entreteje un legado pictórico, permite valorar la evolución de la pintura hondureña contemporánea.
“Somos de diferentes edades, por ende de diferentes escuelas pictóricas, va desde el paisaje, lo figurativo hasta el abstracto. Como gremio es un abanico muy amplio de estilos y tendencias”, dijo Alfredo Martínez.
Gratitud
Sobre la muestra homenaje, su protagonista, de 59 años, dijo sentirse honrado. “Es una gran satisfacción, orgullo y alegría. Me recuerda los procesos que he afrontado durante mi trayectoria artística”. “Y claro, estoy agradecido con Dios por haberme dotado de este gran talento y a don César Ordóñez (QDDG) quien fue mi mentor, y su familia quien me acogió en mis inicios. Asimismo, agradezco al IHCI y la AHAP y mis compañeros de oficio”, concluyó Venegas.