Tegucigalpa, Honduras.- El país recibió, por primera vez, a la cineasta estadounidense Yelyna de León, quien, a través del programa Diplomacia cinematográfica “Muestra de cine americano” (conocido en inglés como American Film Showcase), compartió una serie de enseñanzas que prometen marcar un antes y un después en la formación de 20 cineastas emergentes del país.
Desde el lunes, de León ha liderado la filmación de un cortometraje que involucra intensas clases de dirección, casting y actuación, todo en colaboración de la Embajada de Estados Unidos y Tercer Cine, un proyecto dirigido por la también cineasta, Laura Bermúdez.
Este esfuerzo conjunto permitió que la invitada internacional transmita los vastos conocimientos que ha adquirido a lo largo de 25 años de trayectoria dentro de la escena artística, forjando, además, un espacio de empoderamiento en el que las historias locales tienen la oportunidad de tomar forma y volverse visibles.
De acuerdo con Bermúdez, esta iniciativa ha sido vital para el cine en Honduras: “Yelyna nos ha traído toda su experiencia, su pasión, y su convicción de que aquí hay un talento inmenso que puede crecer y proyectarse al mundo.”
El enfoque de la extranjera no se ha limitado únicamente a los conocimientos técnicos, también ha hecho hincapié en la creación colaborativa y autonomía creativa. Y es precisamente lo que los cineastas participantes han seguido tras un proceso intensivo que partió con la elección de un guion, hace un par de días, para finalmente presentarlo en formato de cortometraje en el Instituto Hondureño de Cultura Hispánica (IHCH), mañana a las 6:00 de la tarde.
La pieza titulada “El último baile” es, como bien mencionamos, el resultado de una semana de aprendizaje que puso a prueba el trabajo bajo la presión de tiempos ajustados.
“Aquí todos hemos trabajado hasta el límite, nos hemos desvelado, pero ha sido profundamente gratificante”, expresó Bermúdez, revelando la intensidad del compromiso de los alumnos y la dedicación de De León, quien no ha dudado en extender los horarios de las jornadas para asegurar que el taller concluya de la mejor manera posible.
Porque, a pesar de los retos que el tiempo pueda representar, la creatividad, el empeño y compromiso de los participantes son elementos que la extranjera logró identificar.
“Estoy muy emocionada y orgullosa de todos los estudiantes porque han dado lo máximo. Tienen el talento, y yo estoy aquí para enseñarles cómo es la estructura para que puedan hacer proyectos, sin importar los recursos que tengan”, comentó de León.
Destacando que aún cuando las limitantes económicas puedan ser el freno de una idea, la colaboración y capacidad de sacar adelante los proyectos —con los recursos disponibles— debe primar.
Es así como este tipo de programas, que permiten el intercambio cultural, refuerzan la diversidad y el respeto por los derechos humanos a través del arte.
Finalmente, la proyección del cortometraje será como la confirmación de que el cine hondureño tiene un futuro brillante por delante. “Estamos empezando, pero con este tipo de experiencias, podemos construir una cinematografía inclusiva y de calidad, dijo Bermudez.
“Aquí no se trata de esperar el permiso de alguien para contar nuestras historias. Tenemos todo lo que necesitamos para hacerlo: el talento, las ideas, y ahora las herramientas. Solo hay que empezar”, sugirió la cineasta hondureña.