Una banda de sujetos encapuchados y vestidos de militares perpetraron la masacre donde murieron el sábado pasado cuatro personas en la carretera a Peña Blanca de Santa Cruz de Yojoa, al norte de Honduras.
Al menos así lo indican las indicios preliminares sobre el crimen donde fallecieron Manuel Antonio Romero Montes (36), Franzua Montes Zavala (21) y Rovinson Adonay Montalván Alvaro (21). La cuarta víctima no ha sido identificada porque no portaba documentos.
Los ahora occisos trasladaban el cuerpo en un féretro de una persona que el viernes pasado había fallecido en otro homicidio múltiple en el barrio La Unión de Las Vegas, Santa Bárbara, occidente del país.
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Una emboscada
Según las pesquisas, el crimen ocurrió a eso de las 2:30 de la tarde cuando los sujetos viajaban en la carretera que conduce de La Guama a Peña Blanca en un vehículo Pick-up blanco con el cuerpo del fallecido.
Dos hombres viajaban en la paila custodiando el féretro y los otros dos en el interior del vehículo.
Cuando estaban a medio kilómetro de Peña Blanca, los individuos fueron interceptados por un turismo negro, del cual se bajaron unos hombres vestidos de militares, encapuchados y armados de fusiles Ak-47.
Los encapuchados apuntaron sus armas a los ocupantes y los obligaron a bajarse del automóvil. Una vez fuera, les ordenaron acostarse boca abajo en la carretera y les dispararon en reiteradas ocasiones.
Las autoridades en escena aseguran que los victimarios les desfiguraron el rostro.
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Investigaciones
Las autoridades investigan si este homicidio múltiple está relacionado con una masacre del viernes pasado en La Unión de Las Vegas, Santa Bárbara, pues se maneja que los ahora occisos trasladaban el cuerpo de una de las víctimas para la respectiva vela y entierro.
En ese crimen fallecieron tres personas, que fueron identificadas como la pastora evangélica Griselada Antonia Hernández, el estudiante Maynor Josué Lagos y Marvin Yovanny Muñoz Mejía.
Los sujetos fueron acribillados fuera de la vivienda de la predicadora y, pese a que intentaron escapar de las balas al introducirse a la morada, la acción fue en vano.
Este último crimen fue perpetrado por delincuentes con características similares a la otra masacre: encapuchados y vestidos de militares.
Sobre el delito en Las Vegas, la Policía Nacional manejó de forma preliminar que la causa sería por pleito de drogas y territorio.
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