Una vez más los residentes de Ojojona, municipio cercano a la capital de Honduras, amaneció sin transporte público por el impuesto de guerra.
Los conductores de las unidades dejaron de operar desde el pasado viernes de forma indeterminada luego que un cuarto grupo criminal les cobrara la extorsión.
Ante esta situación los motoristas aseguran que no tienen la capacidad para pagarle a esas estructuras criminales por lo que determinaron suspender las labores.
Los transportistas aclararon que esta situación se está presentando en la parada de bus ubicada en Tegucigalpa y no el pintoresco municipio.
Este lunes se realizará una reunión de emergencia con las autoridades de la alcaldía para buscar una solución a esta crisis que los ha venido afectando en los últimos meses.
El pasado mes de marzo unas 15 unidades dejaron de circular lo que afectó a cerca de 2,00 personas que se movilizan a diario a sus lugares de trabajo o estudio.El viernes pasado los buses rapiditos de la ruta de Ciudad España - Mercado dejaron de laborar luego que uno de los conductores recibiera un atentado criminal.
Cada horase reciben al menos seis denuncias de extorsión en el país |
En ese sentido dijo que se debe hacer una investigación profunda a cada uno de los dueños y conductores de las unidades.
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El gobierno de Honduras le ha declarado la guerra a este mal que ha cobrado la vida de cientos de familias, comerciantes y empresarios hondureños en los últimos años.
El febrero de este año el Congreso Nacional aprobó las primeras reformas penales al artículo 222 de Código Penal y la conformación de nuevo órganos jurisdiccionales para buscar la seguridad jurídica de las empresas hondureñas.
En el país ahora se considera como consumada la extorsión con el simple hecho de efectuar la amenaza mediante un mensaje, una carta o hacer una llamada para intimidar a las víctimas.