TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una luna estrellada sobre el extenso mar de La Ceiba, Atlántida, iluminaba la ruta del buque pesquero Capitán Waly.
Como en cada viaje, los oficiales a bordo eran el capitán Austin Elvis Haylock Almendárez, quien falleció en el accidente, y el primer oficial Luis Armando Ortiz, quien es parte de los sobrevivientes.
Los reportes de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), a los que tuvo acceso EL HERALDO, revelan que el barco zarpó desde La Ceiba el martes 25 de junio pasado, aproximadamente a las 6:00 de la tarde, con rumbo a Puerto Lempira.
Durante todo el recorrido, la embarcación no reportó ninguna falla y llegó con buen suceso a Puerto Lempira, Gracias a Dios, donde lo esperaban los pescadores. Capitán Waly está inscrito bajo el registro número U-1807139, con bandera hondureña y se categorizaba como un buque pesquero.
La embarcación pertenece a Digna Teófila Arzú Chávez, originaria de Gracias a Dios, y tiene una capacidad máxima en peso de 25 toneladas y mínima de 16.30, que puede ser operada por seis tripulantes.
Según el informe de la DGMM, la embarcación cumplió con toda la documentación de registros, certificado de navegabilidad, de seguridad, inspecciones sanitarias, licencia de pesca de langosta y la certificación de la tripulación a bordo.
Con esta documentación presentada el lunes 1 de julio, la capitanía de puerto de Puerto Lempira, mediante registro número 53847, autorizó la salida del buque pesquero.
En Gracias a Dios la fuente de trabajo más próxima es la pesca, a pesar de las restricciones que existen, debido a que cientos de buzos quedan lisiados al extraer la langosta.
Junto a la nave Capitán Waly, navegaban los sueños de casi cien pescadores y sus familias, quienes tendrían ingresos para sustentar sus hogares durante los próximos meses.
Más de 24 horasLos efectivos de la Fuerza Naval de Honduras (FNH) trabajaron más de 24 horas en el rescate de los cuerpos y sobrevivientes. |
Vea: Lágrimas y emoción: el reencuentro de sobrevivientes del naufragio con su familia
Incidente
A las 9:00 de la mañana del lunes anterior se escuchó el trompetazo de despedida en el muelle de la laguna de Caratasca, en Puerto Lempira. Era el pequeño buque con capacidad para 56 personas que zarpó a los bancos de pesca.
En el camino subió a más pescadores, para evitar los controles de la DGMM, transportando en total a 91 personas.
Dos días después, es decir, el miércoles 3 de julio, a las 11:00 AM el Centro de Información Marítima (CIM) de la DGMM recibió la trágica alerta desde el Capitán Waly.
El pequeño buque se estaba hundiendo aproximadamente a 83 millas náuticas de la Barra de Caratasca. Una de las posibilidades de accidente es que a esa hora una ola golpeó la embarcación y, debido a la sobrecarga, se dio vuelta.
El personal de la CIM comenzó a corroborar la información, pues unas 10 horas antes se había registrado otro gran
naufragio.
Según las autoridades de la DGMM, hubo comunicación con los capitanes de las embarcaciones que estaban alrededor, porque el capitán mandó el SOS y el llamado de auxilio.
El reporte de la DGMM establece que la dueña de la embarcación Capitán Waly notificó a la Capitanía de Puerto de La Ceiba sobre el hundimiento en Cayos Pigeon.
Los protocolos de Búsqueda y Rescate (SAR) se activaron a las 3:00 de la tarde, alertando a la Fuerza Naval de Honduras (FNH) y a las embarcaciones privadas que estaban cerca.
Era difícil que un barco llegara a tiempo para rescatar a los pescadores que iban sin chalecos salvavidas. Una hora después llegó la embarcación Iron Eagle, que estaba a siete millas náuticas del lugar, en la que se rescató a más de 60 personas. Luego arribó la fragata Lempira y comenzaron las labores de recuperación de cadáveres.